Cómo podría empezar a escribir esto sin dejarme de tocar y morderme los labios cada vez que pienso en aquel miembro sabroso, grande y algo largo que me comí hace unos años en la preparatoria. Dejaré mis pensamientos calientes y empezaré a darte el contexto de mi aventura dentro del colegio.
Hola cariño, mi nombre es Fer, aunque puedes decirme cómo más anhelas y el día de hoy te llevaré a cuando tenia 18 años y estaba en el colegio. Antes de contarte debo decirte que mi cuerpo actual tiene poco pecho, siempre ha sido así y a pesar de eso, mis pechos se hacen grandes con algo apretado (sí, si tengo una polla entre ellas parece como si las tuviese grandes) y mi piernas tienen carne de donde agarrar, al igual que mi culo, el cual está de un tamaño medio, como puedes ver, el tanga del bikini me queda estupendo y si, está depilado, es rosita y sabe delicioso.
En fin, el relato no tiene que ver con ninguna salida a la playa ni tampoco conmigo midiéndome diferentes trajes de baño, sino que tiene que ver con una aventura sexual en la preparatoria , en eso tiempo tenia 18 años y para ser honesta aún seguía virgen, no tenía pensado en tener que follar muy pronto, quería que fuera especial.
Recuerdo que ese día tenía que quedarme hasta tarde gracias a unas clases de matemáticas ya que me fue tan mal en el último semestre que tuve que tenerla para no tener que repetir y así fue, me tuve que quedar con otros tres chicos y dos chicas. Las chicas no estaban tan mal pero lo importante eran los chicos, sin embargo dos eran novios de esas chicas y solo quedó un muchacho.
Recuerdo que era un día viernes y en ese instituto era día de llevar cualquier prenda de vestir, él llevaba los típicos converse de toda la vida, usaba unos jeans demasiado pegados a su piel, le miré como se le marcaba el miembro, me gustan las pollas gruesas.
Usaba una camisa blanca y unos anteojos redondos, era un maldito nerd, era bueno en matemáticas y yo necesitaba pasar esas clases. En cambio, yo me veía súper sexy, usaba unas vans junto con un short de mezclilla grisáceo, también vestía un top con el dibujo de un corazón en el pecho, el top me llegaba arriba del ombligo y arriba de el llevaba una sudadera negra.
En fin, las clases comenzaban a eso de las cinco de la tarde y aún eran la una de la tarde cuando todos salimos de clases. La escuela quedó vacía para eso de las dos, solo quedaban las parejas de novios, la maestra, el conserje, yo y Bruno que así se llama el nerd.
La escuela era de tres pisos, mis clases terminaron en el último piso y entré a orinar, me bajé el short y mi tanga morada y comencé a pensar en el miembro marcado de Bruno, me toqué en círculos el coño mientras que con la otra mano me ahorcaba y me tocaba los pechos, empecé a gemir y en ese momento alguien me escuchó, entro al baño de chicas y tocó la puerta….
“Está todo bien ahí dentro?” preguntó un chico, yo no le respondí a su llamado y de repente miró debajo de l puerta y vi que Bruno me miraba el cuerpo desnudo y mojado. Abrí la taquilla del baño y lo dejé entrar.
“Estás loca Fer?” me preguntó mientras me quitaba la ropa quedándome solo en ropa interior morada.
“Escucha, estoy demasiado horny, quiero mucho comerte la polla” le dije sin rodeos.
“Estamos en el colegio, puta enferma” me respondió groseramente pero me dió igual.
En ese momento tomo mi mochila, metió toda mi ropa en ella y tirándome del brazo me llevo a la cabina de radio en la última planta, él era el encargado de ese lugar y tenía la llave ese día. A pesar de verse muy inocente y demasiado nervioso esto era mentira pues se bajó los pantalones y noté que no era virgen. Eso me puso en un lugar extraño y en cambio de sentirme excitada me asustaba un poco.
No le di mucha importancia y me puse de rodillas frente a su miembro, media poco más de 20 cm.
“Buenas tetas tienes, Fer” me dijo mientras me golpeaba con su polla en la cara. “Lo mismo digo, Bruh”.
“Tenemos casi una hora, cómeme” me dijo mientras metía su polla en mi boca, y luego la sacó y me dio una cachetada.
“Déjate de tonterías y hagamos esto a mi ritmo” le dije por inexperta.
Me acosté sobre su cuerpo, mientras yo le comía la polla, Bruno me comía el coño hasta el punto de meterme sus dedos y morder mis labios, yo gemía demasiado aunque yo no me quedaba tan atrás ya que le comía las bolas chupándolas y metiéndolas a mi boca, eran deliciosas.
Le di un buen masaje a su polla, me la metí hasta el fondo y la deje dentro hasta que el semen y mi saliva salían por las comisuras de mis labios. Seguí mamandole la polla hasta que no pude más, en cambio él me escupía y me metía los dedos, para excitarme me comenzó a dar nalgadas y dejarme rojo el culo.
Estaba mi coño muy mojado y su polla seguía durísima y llena de mi saliva, yo estaba preparada para irme hasta que me detuvo y sacó un condon, se lo colocó y me dijo “sé que quieres esto putita, sé que eres una virgen come pollas”.
No pensaba en nada más que en tener su miembro erecto, grueso y duro dentro de mi, y de sentir mis nalgas rebotando encima suya.
Me metió a un cuarto en donde los gritos no se escucharían. Me subió en la mesa del cuarto, me abrió de piernas y metió su gruesa polla en mi, primero fue despacio y después me la metió toda, empecé a gritar por el dolor, sentía como mi sangre cubría ese condon. Me tomó de la cintura mientras lo tomaba a él con mis piernas, me levantó y seguía dándome duro, me arrancó el bra morado y me golpeaba despacio los pechos mientras los apretaba y chupaba. “Te amo papi, hazme tú zorra” le grité y me dio la vuelta, mientras me nalgueaba me tomo del cuello y me siguió penetrando con fuerza, después bajó su mano y me apretó los rosados pezones que me cargo. Lo aparté por un momento y le quite el condon mientras le comía el miembro y yo me metía los dedos en mi mojado coño.
“Eres toda una zorra, Fernanda” pensé que estaría mal pero estaba tan excitada que no me importaba. “Lista para el clímax, perra?” Me lo preguntó mientras me subía a la mesa de nuevo, me puse de perrito y mientras él se subía, me puse con el culo bien abierto. El tomo su miembro y antes de meterlo y lamió bien mi ano, lo llenó de saliva y de pronto, me lo metió, estaba adolorida y sudada de todo esto. Bruno me siguió embistiendo con fuerza hasta que me la sacó, yo me sentía cansada y adolorida de cada agujero de mi cuerpo, al final me llevó en sus brazos a las duchas del instituto, y mientras nos dábamos un baño, su polla sacó mucho esperma cubriendo mi gran y pechos, al final nos terminamos de dar el baño y fuimos a nuestras clases, no hablamos de lo ocurrido.
La mejor primera vez, hubieron muchas formas de follar entre ambos, lo disfruté.