Relatos Porno

Sorpresas te da la vida … y vaya que se me dió !!

Jeny es una prima de mi ex-mujer, soltera, 34 años, de poca estatura. morocha de pelo enrulado, tetas grandes bien redondas, piernas fuertes y culo saltón … bue, de esas que uno se da vuelta a mirar cuando pasa cerca en el supermercado y tu mujer está distraída-

Siempre fue jodona y se prestaba a cualquier broma, y si era de doble sentido más aún.

Resulta que un viernes salí con mis amigos y caímos en un bar que después se ponía bailable, tipo karaoke, en donde edad de la mayoría de la gente oscilaba entre los 30-50 años.

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Nuestra relación venía creciendo poco a poco, el me encantaba y yo de vez en cuando le tiraba un palito para ver qué hacía, pero no me daba mucha bola, eso creía yo pero lo agarre un par de veces mirándome el culo y se ponía colorado, los días pasaban y más me calentaba así que aproveche en una ocacion que tuvimos una reunión hasta tarde, el se ofreció a llevarme a mi casa porque es un caballero y yo acepte porque soy un poco putita jajaja, así que en el camino lo invite a tomar algo a un bar que a mí me encanta, lo único que voy a decir es que es en la zona de Congreso para los que no conocen queda en Caba,
Debí decir que pasamos una hermosa noche tomamos unas cervezas y charla va, charla viene me di cuenta que el se interesaba más de la cuenta en mi, así que en un momento le dije que iba al baño y lo bese, fue

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Esta es la historia de cómo conocí, en una playa nudista de la Costa del Sol, en Málaga, España, a Almudena, una neurocirujana de 35 años, con un físico impresionante, y de cómo me la follé, allí mismo, en la playa nudista.

Yo mismo os contaré la historia de Almudena

En una playa nudista de la Costa del Sol, provincia de Málaga, España.

El verano ya se había acabado, pero, para ser casi mediados de octubre, aún hacía buen tiempo, por lo que decidí pasar la mañana en una de las playas nudistas de Málaga, para desconectar del trabajo, porque había tenido una semana laboral muy intensa.

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Esto sucedió hace unos años atrás mientras teníamos relaciones mi esposa y yo surgió la fantasía de tener a un invitado en la cama y en pláticas con una amiga nos comenta que su esposo tenía un pene grande entonces empezamos a planear la forma de como seducir al compadre y empezamos a visitarlos con frecuencia hasta que en una noche ya al punto de las cervezas y el baile mi esposa empezó a tocarle por encima del pantalón el pene al compadre primero el se confundió un poco pero después el correspondió

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En marzo del 2001 yo pensaba que era el chico con más suerte en la tierra, en esa época empecé a salir con Paula, para mis amigos y para mi estaba entre las dos tías mas buenas de toda la facultad. Los dos estábamos en cuarto curso pero por culpa de los apellidos estábamos en clases separadas, en los descansos entre clase y clase salíamos al pasillo a echarnos el cigarrillo y allí estaba ella, con 21 años como yo, 1.75 rubia, gran melena, no tenía el pelo liso del todo, se la rizaba bastante en las puntas, tenía un pelo maravilloso, ojos azules, labios perfectos, nariz pequeña, era muy esbelta, con un tipazo, unas tetas medianas que las lucia muy bien y tenía un culazo con mayúsculas.

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El motivo por el cual me encanta ir a la casa de mi mejor amiga Valeria es por su atractivo hermano mayor: José es un chico de cabello dorado y ojos verdes, tiene también barba del mismo color de su cabello, usa gafas negras, es bastante corpulento y tiene 19 años, solo un año más que yo, desde que lo conocí he soñado con perder mi virginidad con él.

Ya he notado las miradas lujuriosas que dirige hacia mis pechos, pero ya lo he decidido, hoy voy a ir a la casa de Val y perderé la virginidad con José.

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Mi nombre es Irene A., mis amigos me dicen Irenita, trabajo en un Instituto técnico, tengo 26 años y me considero agradable a la vista de los hombres.

El viernes 14 de septiembre, me quede hasta muy tarde en mi trabajo debido a que tuve mucho trabajo estos días.

Así que al salir a eso de las 10 de la noche de mi oficina y dirigirme hacia la salida me encontré con dos señores del departamento de mantenimiento, Guillermo y su auxiliar Javier, quienes estaban festejando de manera anticipada el grito de independencia pues ya estaban algo tomados; me invitaron a tomarme una copa con ellos, yo les dije que no que ya era tarde y mi esposo me esperaba en casa, ellos me dijeron que si no era mexicana, que el 15 no podrían celebrar conmigo, que siempre les había parecido una persona muy linda y amable, que nada más una, en fin que me convencen, me senté junto a ellos me sirvieron y brindamos.

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