Soy una chica de tez blanca y para ser sincera soy muy simpática, tengo diecisiete años y la culpa de que yo relate esta historia es de mi cuñado.
Mi hermana de 24 años se casó con una ricura de hombre de su misma edad, el mismo que se quedó viviendo por casi cuatro años a mis trece años el ya me gustaba mucho y siempre me sentaba en sus piernas y podía sentir su polla haciendo presión en mis nalgas y a esa edad me mojaba y se me calentaba mi conchita, pasó cuatro años y mi cuñado salió de nuestro hogar y se fue a vivir a otro lugar fuera de nuestra ciudad, salí de vacaciones de mi colegio y mis padres me preguntaron que a donde deseaba pasar mis vacaciones y sin tapujos dije “donde mi ñaña” y la lujuria era tan grande que solo de pensar lo que podía suceder mojé mis pantys.