Vamos Marianella, ya es hora de regresar.
Junte mis cosas, termine de despedirme de los que aun quedaban en la casa de mi suegra, donde pasamos la noche buena, y tambaleante subí al auto….. había bebido demasiado.
Mientras viajábamos, despacio, porque Rafael también había empinado sus buenas copas, repase la fiesta y sobre todo, lo zarpados que habían estado Rolo y Tito, los primos jóvenes de mi marido. Zarpados ellos y alegre yo, que los seguí en sus chistes y en bailes eróticos e insinuantes….. fue de lo poco alegre y divertido que hubo.
¿Teníamos transmisión de pensamientos ahora?