La mujer hermosa -boca abajo- está desnuda sobre la cama. Hundiendo su cabeza en la almohada, levanta anhelante sus caderas, abre sus piernas y espera. El amante observa extasiado a la hembra en celos que ahora menea sus nalgas grandes, redondas y bellas. Entonces se acerca y sus manos se aferran con fuerza al cuerpo de la mujer. Quiere -sin preámbulos- introducir su gran verga hasta el fondo de su cuerpo.
Sin más me llevó al hotel
Después de 15 días de haber tenido mi segunda experiencia extramatrimonial en el putero, y el siguiente fin de semana la llegada de mi marido, hicimos el sexo muy intensamente, yo tenía de cierta forma un sentimiento de culpa por haberle sido infiel y quise recompensarlo con mucha pasión de mi parte.
El lunes, de nueva cuenta mi marido se fue de viaje y pasé todo el resto de la semana ocupada en mis quehaceres domésticos y laborales. Pero cuando llegó el viernes, fui a la oficina telefónica a realizar el pago correspondiente, la fila era larga, así que me formé.
Mamada de una trans
Conocí a una trans por Facebook, era una morena cabello largo negro y un culote bien operado que varias veces me lo cogí, pero es otra historia…
Ella tenía unos 33 años aproximadamente y yo 18. Decidimos en vernos al lado de mi casa como a las 10 u 11 de la noche ya que vivíamos relativamente cerca y también al lado de mi casa había como un terreno, dónde había una casa y vivía gente, pero como era de noche no se veía nada.
Su novio casi nos pilla
Un día uno de mis amigos me presentó a una chica que él y algunos más habían conocido una noche de esas, se llamaba Pris, había llegado a España de su Brasil natal hacia poco, y se había instalado en el barrio con su hermana en un piso de alquiler. Era bajita, pelito corto con un mechón en el flequillo largo y rubio que le hacía muy sexy, blanquita de piel y carita de niña buena. Se había hecho novia de un tipo bastante mayor que ella y al que conocíamos ya del barrio de hacía mucho. Solían ir por allí a menudo.
El socio de mi esposo
¡Hola! Espero que se encuentren bien, a los que me leen espero y la vida los esté llenando de muchos placer y sexo. El día de hoy les voy a contar una aventura que tuve con el socio y amigo de mi esposo, quien se asoció hace como 6 años con esta persona llamada Ricardo para abrir un negocio de consolas de videojuegos, así como figuras de acción, y juguetes coleccionables, en el cual la verdad les ha ido muy bien, pero pues hay temporadas donde como todo negocio, escasean los clientes y obvio el recurso.
Infiel una vez, infiel siempre
Es una mujer fantástica, la conozco hace muchos años, tantos como los que llevo trabajando en la empresa. No es una hembra despampanante, pero tiene algo que me hechiza. Tiene 41 años, casada y dos hijas. Somos amigos desde hace tiempo, y a pesar de que siempre he defendido que entre un hombre y una mujer puede haber verdadera amistad sin sexo, la realidad no me ha dado la razón.
Diez sementales para mi mujer
Fernando siempre fue un amante del “descubrimiento”. Me decía que la vida se vivía mejor con una pizca de aventura. Así que cuando me propuso ir a una “fiesta temática” para celebrar los 40 de un amigo en común, no dudé en aceptar, aunque mi intuición me susurraba algo sobre lo que podría suceder. La casa estaba oscura, llena de gente casi desnuda y música que vibraba hasta en mis huesos. Fernando, como siempre confiado en sí mismo, se deslizó entre la multitud, dejándome sola con un vaso de vino tinto tembloroso en la mano.