Mi esposa Dayana a quien amo mucho, me pidió que la acompañara a una cita médica que tenía con el ginecólogo. Una vez que llegamos al consultorio, el médico nos hizo seguir y nos estuvo preguntando entre otras cosas, si estábamos usando algún tipo de protección para evitar enfermedades venéreas, a lo cual le respondimos que sí. Una vez terminada la charla le ordenó a mi esposa que se dirigiera al cubículo contiguo dentro de su consultorio y que se quitara los calzones. Hasta ahí todo bien, pero cuando vi que el médico siguió con su mirada de reojo a mi esposa mirándole el trasero, me empezó a levantar sospecha.