Increíble experiencia fetichista la que me pasó una vez que estuve por Barcelona por motivos de trabajo. Yo estoy casado y tengo un hijo, y desde hace años siempre he estado con la misma mujer y he sido fiel, pero en este viaje todo se desmadró un poco. Conocí a un chico que estaba también allí de trabajo y nos fuimos a tomar una copa, al principio todo normal, pero según iba pasando la noche el chico no paraba de hablar de sexo y de cosas relacionadas con el fetichismo, así que me empezó a entrar curiosidad y cuando tomé el último cubata ya estaba deseando probar una dominatriz de esas, una mujer que me hiciera alguna de aquellas cosas que tan cachondo me habían puesto.