Empiezo a trabajar en una empresa de televisión por cable. Muchas veces salíamos de a dos y otras no, así fue que un día, junto a mi compañero caemos en una casa donde el cliente era un tanto especial. Ni bien entramos vimos fotos de él travestido en una comparsa, colgadas en las paredes, y hasta al lado del televisor, quien me acompañaba era anti gays y se fue derecho a calibrar el tele mientras que a mí me dejó parado cerca del cliente, donde observé su piel cuidada, su aspecto casi femenino, suave, no puedo decir que fuera lindo, pero tenía cierto atractivo, o quizás me lo generaba a mí al saber que era travesti.