Este relato lo escribe mi esposita putita.
Soy una mujer de 30 años, felizmente casada con dos hijas pequeñas, vivimos en Facatativá, soy de 1.75 metros de estatura, blanca, cabello corto color negro azabache, tengo unas tetas medianas 34B muy firmes con pezones rosados grandes para morderlos, unas piernas torneadas y un culo muy apetecible, todos me lo miran al pasar.
Sexualmente soy muy activa, con mi esposo follamos todos los días, comida de chocho o un 69 espectacular, penetración anal y por el chocho en la noche y en la mañana. Mi esposo de 1.8 metros de estatura, 33 años, complexión atlética por naturaleza, cabello negro, tiene un pene de 23 cm, grueso con diámetro de 4.5 cm lleno de venas, me fascina mamárselo, trabaja en Bogotá, debido al alto flujo vehicular por esta vía, se decidió que mi esposo viviría en la capital, los viernes por la noche llega a casa y lunes muy temprano viaja hacia la ciudad y así todas las semanas.
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