Hola lectores, les voy a contar hoy dos anécdotas muy ricas que se vinculan entre sí. La vez pasada les platiqué cómo me inicié en el travestismo cuando conocía a una mujer trans madura, la Gaby. Luego de conocerla empecé a vestirme y a maquillarme, a usar pelucas y ropa interior de nena.
En cierta ocasión (tendría yo entre 19 y 20 años) mi papá me pidió ir con mi abuelo, ya que iba a recibir unos albañiles que estarían reparando un muro de su patio trasero y no podría estar todo en la casa todo el tiempo que durara la reparación.