-Mañana empiezo las prácticas en la clínica de depilación. ¿Alguno se ofrece como voluntario? -preguntó un entusiasmado Marcos.
Marcos era un chaval de veinticinco años. Aquella era su primera oportunidad de trabajo, y si superaba con éxito el período de prueba sería contratado. Su madre había conseguido que la dueña de la clínica de depilación le hiciese el favor de darle una semana de margen a su hijo para que viese cómo se desenvolvía.