Había recibido una llamada de Jennifer, mi amiga que me convenció de ir a clases de inglés. Me dijo que tenía algo que mostrarme e hicimos cita para el día siguiente.
A la mañana siguiente llegó temprano a mi casa, y desayunamos con algo de calma. Lo que llamó mi atención fue que había venido en pijama y yo también lo estaba.
—¿Has oído hablar de los juegos de rol? —dijo de pronto.
—Sí, yo los he hecho alguna vez, ¿por qué lo preguntas?