Había tenido un día de trabajo estresante, con algunos asuntos que habían exigido mi atención de forma especial. Era media tarde y me encontraba cansado y tenso, pensé que lo mejor era salir del despacho y descansar del día agotador en una sauna.
Conocía un local naturista, con excelentes instalaciones, donde podría buscar ese descanso necesario y además alegrar la vista con algunos cuerpos desnudos esculturales que seguro podría admirar, así que me dirigí allí. Ya había estado en alguna ocasión y siempre disfruté de buenos momentos, incluso cabía la posibilidad de practicar sexo si tenía la suerte de encontrar a la persona o personas adecuadas.