Hola mi nombre es Daniel. La siguiente historia es completamente real donde mi esposa es cogida por otro hombre.
Actualmente Ana mi esposa es una mujer de 42 años, tez blanca, 1.58 m, peso 59 kg, es bonita, senos medianos, lindas piernas y aunque tímida, pero en la cama es caliente, le gusta coger. Yo un hombre de 1.70 m, 70 kg, moreno.
La conocí desde muy joven y muy muy tímida, con el tiempo nos casamos y formamos una familia.
Desde nuestros inicios a ella le gustaba usar pequeñas falditas muy cortitas, a mis amigos les encantaba que la llevara porque siempre era un deleite tener la perfecta visión de sus muslos cuando convivía con nosotros, yo la alentaba a vestirse cada vez más sexy para que ellos pudieran disfrutar, por mi parte me encantaba que se exhibiera al máximo por eso estoy seguro que en alguno de tantos momentos pudieron observar sus calzoncitos.
Desde muy joven tenía yo la fantasía de que otro se cogiera a mi novia en ese entonces y se acentuó con el pasar del tiempo ya. Casados y con dos hijos le hacía saber mis fantasías, al principio se molestaba decía que no era una puta para acostarse con otro pues en casa había sido educada con valores, cosas donde una mujer no debe mostrar necesidades sexuales, pero ante mi insistencia un día dijo -ok acepto si eso es lo que te gusta -me sentí muy emocionado y comencé en la búsqueda de un corneador.
Ya que mi fantasía era que se la cogiera un hombre dominante de esos que usan para su placer a las mujeres de los cornudos, publicamos un anuncio en internet donde pudimos conocer varios prospectos pero estos no tenían idea de lo que es ser un corneador la mayoría solo quería coger y lo que yo buscaba era que ese hombre no solo cogiera su cuerpo sino su mente que despertara en ella esa putita que sabía se encontraba dormida dentro de ese cuerpo así un día conocimos a Roberto.
Rober como le dice mi esposa desde el principio hicimos clic con el, hombre alto de posición blanco maduro 45 años seguro de si mismo de eso hombres de presencia, de esos que imponen.
La primera cita era solo para conocernos y ver si había química solo así pasaríamos al siguiente nivel, desde el principio pudimos notar que esto no era nuevo para el, ese día mi esposa se había puesto un vestido negro corto de tela muy delgada muy sexual incluso dudo en salir así pero la anime y finalmente así nos presentamos ante el, la velada fue tranquila entre risas y copas me di cuenta que hicieron química inmediatamente ella se comportaba tímida pero seductora al finalizar la noche nos despedimos y mi esposa subió al auto en un momento antes de subirme el me dijo.
-permíteme despedirme de tu esposa -Entonces me hice a un lado dándoles espacio, el se agachó a darle un beso de despedida aprovechó para decirle algo no se que fue pero metió la mano por la ventana fue directamente entre las piernas de mi esposa y la comenzó a sobar nunca antes ninguno de los otros hombres pudieron tocarla ella no quiso pero con Rober era diferente se dejó meter mano ,solo fue un corto momento se despidió de ella y cuando se despidió de mi estrechando mi mano esa misma mano que segundos antes había tocado la entrepierna de mi linda y amada esposa entonces me dijo en voz baja -ya es mía -wow tan pronto? le pregunté -ya lo verás a esta me la cojo porque me la cojo, sin más nos despedimos esa noche mi esposa y yo cogimos como conejos presos de la excitación por la experiencia antes vivida.
Pasaron un par de semanas por nuestra parte Roberto y yo manteniamos conversaciones por Whatsapp de lo que pasaría la siguiente salida.
-que le harás cuando tengas a mi esposa en el cuarto de un motel?
-le voy a meter la verga como la puta que es
-de verdad crees lograrlo?
Mira cornudo, si puedo llamarte cornudo verdad? Después de todo eso eres un cornudo.
-si claro tu puedes llamarme así
-cuando tengo a una mujer en mis manos la pregunta no es si voy a poder cogermela, la pregunta es cuando lo hare? y tú esposa ya está en mis manos
-si comprendo entonces Rober cuando lo harás?
-La próxima semana quiero que nos veamos y verás como me cojo a tu linda esposita pónmela como buen cornudo que eres y de una vez que quede claro mientras esté conmigo tu no la puedes tocar ni besar en ese momento es mía mi hembra y yo no comparto si estás de acuerdo le seguimos si no aquí lo dejamos
– si Roberto será así como tú quieras
– así me gusta cornudo, quiero que la vistas sexy para mi quiero disfrutarla deleitarme la pupila la quiero bien putita entendido?
-si comprendi muy bien así será, oye Rober y como sabrémos que si querrá ir al motel ese día?
-Muy fácil cornudo ese día antes de salir le pediré que si quiere ir al motel tendrá que entregarme sus bragas ahí mismo se las va a tener que quitar esa será la señal, no habrá marcha atrás ese día me la cojo contigo o sin ti piensa bien si estás seguro de lo que estamos a punto de hacer después no habrá marcha atrás y ella será mía completamente mía
-ok Roberto estoy de acuerdo y lo acepto.
No podía creer, sus palabras surtían un efecto en mi un auténtico afrodisíaco para los que dominan este tema del corneador-cornudo sabrán que la mente de nosotros los cornudos son algo así como las llaves para abrir las piernas de nuestras esposas.
Estaba excitado por fin después de mucho tiempo de búsqueda ahí estaba un auténtico corneador, no un hombre cualquiera no, el era un auténtico corneador y desde el principio las cosas serían como el lo dijera.
Llegó el tan anhelado día -amor que me pongo? Preguntaba mi nerviosa esposa el día del encuentro -mmmm no sé que tal está minifalda? Ya sabes Roberto te quiere ver mostrando mucha pierna- un poco molesta acepto el atuendo ya que no le gustaba que le dijera cómo tenía que vestir pero también receptiva de lo que podría pasar esa noche llegamos al lugar un bar de esos feos casi cantina pero con un tono familiar aunque la mayoría de los clientes eran hombres no muchos pero los pocos que había se sorprendieron al verla llegar, tan linda tan sexi sin duda era una visión exquisita para ellos mi mujer una corta minifalda más arriba de
medio muslo,(para ser honesto yo la hubiera llevado casi enseñando las nalgas pero no quise presionarla con un atuendo más atrevido no quería echar a perder la noche y al final ya no quisiera ir al encuentro con Rober) una blusa negra holgada un poco de transparencia y un discreto escote la minifalda blanca entallada resaltando sus ricos glúteos ya que posee un rico culito respingón sin medias sus piernas bronceadas y un par de zapatos de tacón de pie descubierto, mi esposa posee pues muy hermosos, no soy fetichista de pies pero aún así admiro su belleza, un pie pequeño bien cuidado uñas perfectamente recortadas delgado y un pronunciado arco casi perfecto esto hace que los zapatos de pie descubierto sean calzados a la perfección sin duda son el tipo de pies perfectos para un fetichista, llegamos de la mano como marido y mujer sin prestar atención a los demás solo buscábamos a mi futuro corneador y chulo de mi esposa ahí estaba esperándonos sentado al costado de una mesa nos acercamos el se levanta admirando la belleza de mi esposa.
Saludo dando un beso en la mejilla-que hermosa bienes hoy – gracias tu también vienes muy guapo contesto mi esposa después de estrechar mi mano -,pasen siéntense tu aquí- me indicó mientras preparaba la silla para mí esposa quedamos el al centro ella de su lado izquierdo y yo a la derecha pareciera que en ese momento era el jefe y a su costado quedaban sus empleados algo así me sentí pedimos unas cervezas el tenía toda su atención para mí esposa y ella a él en ese momento sentía claramente que yo sobraba no me ponían mucha atención eso me hizo sentir ligeramente humillado pero creo que era normal, no tardó mucho tiempo y pude darme cuenta que por debajo de la mesa el tocaba las piernas de mi esposa la mesera que nos atendió se dio cuenta pude observar una sonrisa burlona cuando me miró, sin duda se daba cuenta que ella era mi esposa pero nuestro amigo la tocaba sin que yo su esposo me diera cuenta, por mi parte fingí una llamada y salí del lugar momento que el aprovecho para besarla libremente y seguramente manosearla.
Cuando regrese hacían como que no pasaba nada pero pude notar la burla ya de dos meseros esa humillación eran sentimientos encontrados pero me gustaba, entre platicas y más cervezas más llamadas de mi parte para dejarlo hacer su labor en la última ronda notaba que el le decía algo pero ella no quería en un momento se levantó al baño quedando los dos solos-y buen Roberto que opinas de mi esposa?-es una belleza hoy mismo la voy a hacer mía – para ese momento compensaba a tener mis dudas por un lado los celos de ver a mi esposa cayendo en el juego de un hombre experimentado pero por otro terriblemente excitado por lo que estaba a punto de ocurrir -bueno Rober hagamos lo siguiente si ella no quiere lo dejamos para otra cita estás de acuerdo?- mira Daniel a tu esposa me la cojo hoy de eso no tengas duda nunca una mujer me ha rechazado de todas las que he elegido las he convertido en mis putas y tú esposa será una puta más para mí ya la tengo donde quiero hoy me la cojo contigo o sin ti tu me la trajiste para eso no?- si claro dije no tan convencido- mira este a un lado deja todo en mis manos hoy te aseguro que te llevas a tu mujer
bien cogidita no estorbes solo obedece es todo lo que tienes que hacer esta noche me verás introduciendo mi verga en la rica puchita de tu esposa es en serio Daniel esto querías esto es lo que tendrás – está bien pero si por alguna razón no quiere respeta su decisión – jajaja ok pero ella ya es mía espero que tú también respetes eso- en ese momento regreso mi esposa la Vi diferente su mirada había cambiado venía coqueta sonriendo se veía hermosa no sabía porque el cambio pero se veía radiantemente sensual se dirigió a él le dijo algo al oído y le entregó algo en la mano, el sonrió satisfecho y dijo -muy bien nos vamos mi corazón comenzó a latir aceleradamente
-pide la cuenta Daniel dijo Roberto con un tono algo dominante así lo hice pagamos la cuenta y salimos del lugar ya para ese momento el la tomo de la cintura y la conducía para abandonar el lugar era una señal clara como diciendo ella es mía yo iba detrás de ellos puede notar la mirada de los meseros incluso el barman del lugar se asomo para mirar la escena también con una risa burlona hacia mi uno de los meseros lo miro y también sonriendo hizo con su mano la señal de cuernos ese momento realmente quería que me tragara la tierra era total la humillación pero la excitación pudo más, no me importo total nadie nos conocía y realmente no creí que regresemos a ese lugar.
Llegamos a su auto el condujo ella de copiloto yo iba de tras repentinamente Roberto levanta la mano y me muestra -mira de quién crees que son?- queee??? Eran los calzones de mi esposa esa era la señal ella se entregaría a él ella apenada le decía sonriendo que no los mostrará pero el jugaba mostrándome que mi esposa lo obedeció y ella misma se quitó las bragas y se las entrego eso significaba que el rato que estuvimos después de que salió del baño el trayecto de abandonar el lugar hasta subir al auto el había cumplido su promesa de traer a mi mujer caminando a su lado sin calzones -eres un cabron -es lo único que atiné a decir, al llegar al motel tuve que ocultarme entre los asientos para pasar sin problema en cuanto llegamos el tomo la iniciativa y comenzó a manosear a mi esposa -dile a tu esposo que quieres que yo te coja- noo por favor contestaba ella- dile que me quieres a mi- mi esposa volteo a verme y me dijo-lo quiero a él- abrazándolo -perdon?- conteste -que quiero cojer con el- recordé las palabras que en alguna de esas ocasiones me dijo Roberto -vas a escuchar de la boca de tu propia esposa que quiere que desea que yo me la coja que la haga
mi puta y ahí estaba otra promesa cumplida que cabron era -está bien todo tuyo -fue lo único que atiné a decir sin más Rivero la dirigió a la cama quitándole toda la ropa ahí estaba finalmente mi flamante y hermosa esposa desnuda para otro en la cama acostada ofreciéndose a él era una imagen realmente erótica el sonriendo se situó de entre sus piernas y le hundió la lengua en su rasurada panochita disfrutando las mieles que antes eran exclusivas para mí comenzaron lo gemidos de ella dulce música para mis oídos le comenzó a introducir un dedo luego otro la mirada de mi esposa tenía un brillo especial realmente lo estaba disfrutando la masturba rico y constante mientras le da lengua en su botoncito ella gime y gime veo como sus líquidos emanan abundantes sin duda la excitación está al límite pero antes de que termine el se detiene se incorpora se baja los calzoncillos y deja al descubierto su miembro duro un poco más grande que el mío no es
descomunal quizás unos 18 cm y sus grandes huevos se subió a la cama quedando de pie y le ordenó a mi esposa -de rodillas- como?-contesto ella -ponte de rodillas chupame la verga – ella entendió y le obedeció ahí estaba mi esposa de rodillas desnuda ante el chupando los huevos y la Berga del ahora mi corneador triunfante voltea a verme triunfante sonriendo me hizo una seña como diciendo te lo dije, recordé sus palabras en anteriores conversaciones de wathssap voy a tener a tu esposa desnuda de rodillas chupándome los huevos frente a ti frente a su cornudo esposo, lo había cumplido lo consiguió mi esposa sacaba la lengua para lamer sus huevos y luego se metía la verga en su boca -muy bien putita ahora pídeme que te coja- solo mételo contesto mi mujer -noo pídeme que te coja -pero- pídemelo si quieres que te coja-cogeme -dilo fuerte -cogeme- fuerte que lo escuché el cornudo!- con, cogeme por favor -te voy a coger -en ese momento recordé otra de las tantas conversaciones que tuvimos por mensajes -ella misma me pedirá que me la coja -y ahí estaba cumpliendo lo acordado no había duda estábamos en manos de un profesional
Roberto se puso un condón y sin más se la dejo ir hasta el fondo de una sola estocada mi esposa lanzo un gemido entrecortado de esos que solo sacan las mujeres cuando son penetradas profundamente y como perro se la empezó a coger rico duro profundo sin duda sabía coger mi esposa cada vez más y más jugos sacaba de su puchita desde mi posición podía ver los grandes huevos todo su miembro entraba y salía completo aún ritmo que no estaba acostumbrada mi mujer -eres mi puta?- siii soy tu puta -dilo más fuerte -soy una puta- jadeante decía mi mujer luego la puso en cuatro como una perra en celos paro las nalgas ofreciéndose groseramente a mu corneador que sonriendo la introdujo nuevamente su erecta verga sin contemplaciones le tomo del pelo con fuerza y la jaló hacia atrás está acción hizo que mi esposa arqueara su espalda al máximo poniendo su culito totalmente parado mientras mi corneador daba profundas estocadas entre jadeos y gemidos de mi esposa ante la invasión de su intimidad sonaron dos fuerte pero fuertes nalgadas -wue eres?- soy una puta -gritalo que lo escuché el cornudo – soy una puta -eres mi puta?- siiii soy tu puta, vas a ser mía siempre? siiiiii voy a ser tu puta siempre -vas a darme las nalgas cuando yo quiera?-siii ven a cogerme cuando tú quieras soy tuya tu puta cogeme, cogeme- en ese momento los dos explotaron en un intenso orgasmo, estuvieron un rato en la cama dándose cariño era un poco tarde así que decidimos dar por terminada la experiencia nos vestimos y salimos del lugar cada quien por su rumbo, está demás decir que esa noche cogí con mi esposa pero en algo Roberto tenía razón está noche dormiría con mi esposa recién cogida por otro.