Mi amiga seductora

Quizás el fetiche viene desde niños y no lo miramos con aquello… Pero de algo hemos aprendido que siempre una mujer de pechos voluptuosas va a sorprendernos con algún escote que nos dé dolor de muelas o de perdernos en aquellos montes.

Esa es una fantasía que cumplí hace meses atrás cuando conocí a una chica en una comunidad. Viene del sur y siempre ha mostrado ser una persona agradable y dulce, empezamos a conversar en aquella junta, nos pasamos nuestros números y llegando a casa empezamos a hablar. Uno nunca se mira por el lado físico de las personas, la verdad me encanta como son en la cama y como usan su mente para seducir, más allá de un gusto único que tengo… Los detalles y el buen vestir.

Aprendí a conocer mucho de aquella persona y quedamos en hacer una videollamada para conocernos en serio, hay muchas ganas e interés de que ocurrieran cosas únicas.

Llegó el día y dije voy a ser algo romántico, prendí velas y una cámara y nos llamamos. Ella se veía espectacular, no me imagine que la chica que conocí la iba a ver con un vestido rojo, que no dejaba nada a la imaginación, un buen escote que se podían ver sus grandes pechos, unas medias negras que se podían ver al final de la cámara y labios pintados, se veía deliciosa. Conversamos, compartíamos experiencias y hablamos de sexo. En donde empiezo a ver a una chica tierna en alguien intensa sexualmente en donde su juego y coqueteo nos hizo tener una videollamada erótica en donde lo más rico fue escucharla gemir y nalguearse cada vez que escuchaba mis gemidos masturbándome.

Decidimos vernos la próxima semana en mi casa. La suerte que aún no había pandemia y tenía aún mi departamento, por lo que lo dejé impecable y preparé sushi para esperarla, algo pesado, pero siempre ayuda algo para acompañar y hacerlo agradable.

Cuando llega en la noche, se veía muy atractiva, unos jeans tradicionales, botas oscuras y arriba un polerón cómodo color rojo y se notaba que sólo veía con sostén debajo de ella. Nos saludamos, comimos, y en el postre ella solo me abrazo y empezó a tocar mi pierna, sabía que él minuto había llegado y le empiezo a hacer cariño en el pelo lentamente la empiezo a besar y ella ya me tenía sobando mi verga con sus manos en el pantalón, en ningún minuto se sacó sus lentes y empieza a bajar a mi miembro y se la mete por completo, no duda en hacerlo y empieza a chupármelo con fuerzas, empieza a escupirlo y lamer cada centímetro de mi verga.

–que rico, sigue cariño, te deseo tanto, comételo todo, ¿eso querías verdad?

–si corazón que rica verga tienes, glu glu glu que rica tula me encanta

–te voy a llenar tu boca y tu cuerpo como la perra que te mereces

–que rico nalguéame mientras te la chupo

Me levanto sin pensarlo de la mesa, la empiezo a besar con intensidad y me la llevo a mi cama, me saco los pantalones y a ella le bajó sus jeans y debajo unas medias negras con un portaligas fucsia, pantaleta de su mismo color, pero con encaje, se veía en verdad deseable, mi mente siempre se imaginó a alguien muy intensa sexualmente y que fuera entregada y jugará al dominante… Y me lo demostró.

Después de la mamada, baje a su vagina a lamerla intensamente, estaba mojadisima, su clítoris era tan suave de lamer que sus gemidos no paraban con cada lamida, sólo me pedía más y más.

–no te detengas, sigue, que gusto que lengua tienes, me encanta aaah siii ahhh (se tocaba sus pechos ya descubiertos, jugando con sus pezones por cada lamida)

–que rica la tienes, te voy a hacer mía bebé toda la noche

Luego de lamerla y se corriera en mi boca la levanto, beso sus pechos y uso unas esposas que tengo y la pongo sus manitos a su espalda y la amarró y la dejo en 4 para darle verga hasta llenarla.

En un vaivén intenso, solo eran gemidos mutuos, insultos de amor y de deseo de dos personas ninfómanas.

–sii que ricaa estas, uuuf que ricaaa vagina tienes aah toma nalgazo bebé me encantas

–sii sii sii dame más dame dame no te detengas, dame verga bebé que me encanta, nalguéame sigue sigue que ricoo

–sii te voy a llenar ahora me correré bebé

–si si sigue lléname córrete en mi vagina quiero sentir tu leche calentita sigue

–sigue háblame mas putita mía gímeme

–aaah ahh ahh me voy a correr me tienes mojadisima sigue sigue

Sin decirle nada entre gemidos fue un mutuo orgasmo donde los dos nos miramos y nos volvíamos a besar, luego de esa corrida la subí arriba mío, puse sus piernas en mis hombros y le seguí dando, fue toda una noche de sexo, deseo y mucho amor mutuo. Terminé eyaculando en su vagina, en sus pechos y en sus lentes, una fantasía cumplida. En la mañana siguiente no la veo en mi cama, pero si la escuchaba en la ducha y revise mi celular la hora y ella me dejó un mensaje:

“aunque tenga pareja, me haces una mujer feliz, ¿guardemos más secretos juntos?”

En la mañana, leer ese mensaje me levantó como un resorte de la cama, no dudé absolutamente nada, tenía que hacerla mía a ella a toda costa, me dispuse a ir directamente a la ducha a acompañarla, entró lentamente y la empiezo a abrazar y a besar su cuello lentamente, ella solo se reía y me decía:

–vaya que despertaste regalón, me gusta que me acompañes

–tenemos muchas cosas pendiente sabes, muchas que terminar

–y que esperamos por empezarla

Y empiezo a besarla bajo en la ducha con todas mis fuerzas, sentir sus manos en mi espalda jugando con sus uñas y yo perdiéndome acariciando sus nalgas y nalgueándolas con mucho amor, era más amor que sexo y era mucho deseo mutuo. Mi verga estaba como roca y sentía que quería jugar con ella. Me perdía besando sus pechos tan suaves y ricos en el agua mientras ella me masturbaba suavemente y lo rozaba con sus muslos mucho. Me dejaba amar en ese regaloneo, la puse a la pared y empecé a besar con intensidad en sus pechos, ir bajando por su ombligo hasta llegar a su vagina suave y depilada.

Empecé a lamer sus labios vaginales como un buen néctar y lamer su clítoris que cada lamida era un gemido y una tirada de pelo en sí, me derretía me tenía caliente, no nos importaba que no hubiera calor en el agua, nos lo dábamos sin parar, entre lamerla empecé a masturbarla sin freno

–uuuuf que ricooo sigue rey sigue hazme sentir toda una puta

–eso quieres perra que te caliente, lo dejaras por mi verdad

–si mi amor soy tuya me quiero quedar contigo

Gemíamos como loco y ella me levanta y me pone contra la pared y empieza a besar mi pene, pensé que sería suave y lamería, pero se lo metió de golpe, sin apuros una garganta profunda, escucharla atragantar por mi verga era una locura, no la tengo tan larga, pero si es cabezona y gruesa, empezó a comérsele sin freno yo gemía de placer, acariciaba su cabeza, su mentón y le daba mucha verga, le metía mi verga mucho en su boca y escucharla siempre escupir saliva. Pasaron 20 minutos, salimos de la ducha y la puse mirando al espejo en 4 y empecé a metérsele suavemente.

–ahhh ahhh ahhh siii siii siii

–que rico amor me encanta tu culo

–si si dame mas que rico suena vamos dame dame te digo mas fuerte soy tu perra vamos dame dame

-oooh que rico te desconozco, pero no pares me tení caliente perra vamos gime gime como la puta que eres vamos gime gime

–sii amor soy una puta me calienta dame dame leche bebé dámela lléname

Le di tan fuerte que eran muchos temidos en mi departamento, sonaban los celulares y solo gemíamos más para no escucharlos, hasta que llene su vagina sin apuros y chorreaba entre sus piernas, no le importo agacharse y lamerme toda la verga hasta sentirse satisfecha.

Luego de comer y vestirnos, debía volver a su trabajo, pero al irse le entregue un papel en el que decía “gímeme hasta que lleguemos a las estrellas, porque el día que toques el sol, nos vamos a quemar en nuestro secreto.”

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