Conocí a Juanjo hace un buen tiempo en un club swinger, junto a mi esposa nos gustaba la idea y decidimos intentarlo, luego de varias visitas al club conocimos a Juanjo y Ana, una pareja con más años de experiencia en este mundo, nuestra primera junta solos los cuatro fue exquisita, pero no podía dejar de pensar en el enorme miembro de Juanjo entrando en el culo de mi mujer, como la hizo gemir, dentro de mi quería que fuera mi culo el que estuviera partiendo.
Nuestra primera junta terminó con Juanjo haciéndome tomar su pene para que lo introdujera en el culo de mi mujer, sentir su enorme pene en mis manos me hizo poner muy duro, al finalizar la sesión, cuando nuestras esposas estaban en el baño duchándose, Juanjo tomó un poco de líquido seminal que aún brotaba de su pene y lo introdujo con su dedo en mi ano, sentí como me dilaté muy rápido, ese día supe que necesitaba sentirlo todo dentro de mí.
Pasados unos días Juanjo me escribe y me invita a su casa el fin de semana, concurrí con la intención de pasar un buen momento con él y Ana, su esposa, pero al llegar noté que él me tenía una sorpresa, tenía su camioneta preparada para una salida de amigos, así que nos dispusimos a salir, me despedí de su mujer y salimos a beber por la ciudad, estuvimos en varios lugares, la pasamos muy bien, estuvimos tomando mucho y dejamos su vehículo en un estacionamiento público y él pidió un Uber, esperaba que llegáramos a su casa de vuelta, pero el Uber nos dejó frente a un hermoso hotel 5 estrellas, en ese momento el alcohol que tenía en el cuerpo se me fue, un frío recorrió mi espalda, durante toda la noche no me dio ninguna intención de lo que podía pasar, estaba nerviosísimo.
Entramos al hotel, nos registramos y él pidió champaña para la habitación, subimos a nuestro cuarto y yo temblaba de nerviosismo, pero también sentía como mi miembro comenzaba a erectarse, mientras me ponía cómodo Juanjo notó mi erección, solo sonrió y se puso de rodillas frente a mi, mirando fijamente mi entrepierna, abrió la boca y sacó lo que mas pudo su lengua, en ese momento mi pene reventaba de calentura, sentía como la sangre lo llenaba y lentamente abrí mi pantalón, sacando mis 21cm, lo tomé con mi mano derecha y la mano izquierda abrí más su boca y puse un dedo adentro, él procedió a lamerlo, su garganta estaba muy húmeda y caliente, era la primera vez que mi pene estaba en la boca de un hombre, sentía como su lengua acariciaba mi glande mientras lo metía muy profundo en su garganta, debió haber introducido al menos 15 centímetros mi pene en su boca, solo podía ver mis testículos afuera, de pronto mi semen comenzó a salir a chorros haciéndolo toser, pero sin dejar de chupar tragó toda mi leche, siguió lamiendo mis bolas y dejó mi pene completamente limpio, se lo comió todo, yo caí rendido a la cama, justo en ese momento tocan a la puerta.
Juanjo abre la puerta y recibe la champaña, la deja sobre una mesa de centro y me dice «luego tendremos una sorpresa». No sabía que esperar, pero confiaba en él, su mamada me había dejado completamente enamorado, necesitaba entregarme a él. En ese momento Juanjo prendió la televisión y puso algo de porno, estuvimos mirando por un rato mientras nos masturbábamos cada uno, yo sin dejar de mirar de reojo ese enorme miembro. Habrá pasado unos 20 minutos y vuelven a tocar a la puerta, él se cubre con una toalla y hace pasar a alguien, desde mi perspectiva no podía ver la puerta, pero entra un joven de unos 25 años con ropa del hotel, era un camarero, en su mano traía copas y acerca a la mesa de centro, yo me cubrí y apagué el televisor, pero Juanjo me dice «no te preocupes, es amigo mío, está aquí para nosotros». Si bien no logré entender al principio, solo atiné a taparme, recostarme y volví a encender la televisión, el porno seguía ahí, un par de mujeres hermosas se tocaban y gemían de placer.
Juanjo y el camarero se ponen frente al televisor, cubriendo mi visión, el camarero se arrodilla y comienza a mamar a Juanjo, ahí es donde entendí, el camarero era para nosotros, supongo que Juanjo le pagará o algún arreglo tendrán, el joven comenzó a masturbar, lamen y mamar a Juanjo, lo hacía de maravillas, yo, ya sin poder ver el porno aunque quisiera, quedé atónito viendo como el joven usaba su lengua y embarraba todo de saliva, se podía ver como corría la saliva por las piernas de Juanjo, estuvo mamando unos 10 minutos hasta que Juanjo lo toma de la cabeza y comienza a penetrar su boca como si fuera un culo abierto, lo hace toser y dar arcadas, pero el joven continúa con su misión, sacar toda la leche posible, hasta que Juanjo aleja su cabeza y empieza a darle chorros de semen en toda su cara y boca, el joven, traga feliz todo el semen del semental frente a él.
Terminan de limpiarse y el joven me mira y me dice «tengo espacio en la boca para uno más», me paré y procedí a masturbarme frente a su mirada, con su boca abierta y lengua afuera, aún podía ver rastros de semen de Juanjo en sus muelas, eso me calentó más y procedí a acabar dentro de su boca, grité un par de veces y sentía como succionaba todo el semen, era un profesional, no dejaba escapar nada, tragó y siguió lamiendo, dejó mis bolas limpias y el pene flácido de tan fuerte descarga.
El camarero procede a limpiarse el poco semen que no había logrado tragar y salió de la habitación, volvió a trabajar dijo Juanjo. Me miró fijamente a los ojos y me dijo «quieres que te dé a ti o tú me das a mí», sin decir nada, procedí a darme vuelta y apoyar mis manos en la cama, todo mi culo era para él. F
Ue muy comprensivo al saber que era mi primera vez, comenzó lamiendo mi ano suavemente mientras tomba firmemente mis bolas con una mano y con la otra me masturbaba, mi ano se dilataba mucho al sentir su lengua, comenzó a introducirla cada vez mas adentro, a los minutos, al menos la mitad de su lengua estaba dentro de mi, sentí que dejó de lamer y procedió a poner la punta de su pene, sentí como entraba, era enorme, le pedía que lo hiciera suave, me tomó de las caderas y empezó a empujar suavemente, sentía cada centímetro de su pene entrar, era doloroso, pero muy satisfactorio.
Estaba adentro, se movía y dolía, pero no quería que se detuviera, pasados unos 10 minutos de doloroso placer, siento como comienza a gemir fuertemente y todo su semen se descargó dentro de mi culo, era caliente y suave, podía sentir como me llenaba con cada embestida, me estiré y quedé con mi espalda en su pecho, con su miembro adentro, aún podía sentir como me cargaba con semen, él comenzó a masturbarme si sacar su miembro dentro de mi, yo gemía mientras me acariciaba los pezones y me masturbaba fuertemente, comencé a eyacular, el semen saltaba en todas direcciones, é agarraba fuerte mi miembro y mis bolas, me hizo descargar todo el semen sobre la cama y procedió a quitar el miembro de dentro de mi, sentí como su semen corría por mis piernas, caí rendido sobre la cama, mi culo palpitaba y derramaba su semen.
Juanjo se fue a limpiar y al volver se acostó junto a mi, yo aún lleno de su semen entrecerré mis ojos, él me acariciaba las nalgas y me dijo «duerme, mañana volvemos a casa en Uber», nos dormimos tirados en la cama, él desnudo y yo también, pero con mi culo lleno de su caliente semen, no quise quitármelo hasta entrada la noche.