Lésbicos

Mi nombre es Marisa tengo 19 años de piel blanca, pelirroja teñida, tetas medianas, cintura normal, culo un tanto grande y piernas largas. Mi hermana es Natalia de 23 años, piel morena, cabello oscuro, tetas grandes, cintura apretada, culo grande y más alta que yo.

Muchas veces me gusta visitarla en su apartamento donde hacemos pijamada y si nos quedamos sin que hacer hacemos bromas por internet especialmente en un sitio en línea, normalmente lo hacemos con ropa normal pero está vez ella me sorprendió al haber comprado trajes eróticos.

Nos vestimos con trajes de colegiala sexys y entramos a ese sitio para fingir tocarnos y calentar un poco a quien estuviera despierto tan tarde, las primeras funcionaron, nos acariciamos y cuando le iba a quitar la blusa le daba al siguiente, era divertido hasta que nos encontramos a una chica que se estaba masturbando, nos miró y pregunto si éramos novias y mi hermana respondió que si.

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Nos tomamos un respiro, pero solo fue para acomodarnos mejor, yo me incorpore sobre mis rodillas y la deje a ella echada en la cama boca arriba. Ella me miraba quieta actuar sobre su cuerpo, yo me puse encima de ella con las piernas abiertas, recogí su pelo y tomando su dorso por los costados la acomode más abajo entre mis piernas, me fui sobre ella, subí mis piernas más arriba como gateando alrededor de su cuerpo; decidí ponerme al revés entonces me desmonte de ella y me voltee de tal manera que mis piernas se abrieron alrededor de su cabeza con mis nalgas hacia arriba, al apoyar mis manos a sus costados pude ver su vagina enrojecida y percibí ese su aroma a sexo que tanto me gustaba.

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Después que me garche a la mujer de mi amigo ya no fue lo mismo, sentía un remordimiento bárbaro, no quería verlo hasta incluso pensé en ir a hablarlo con él, pero mi mujer me hizo entender que sería para un problema mayor, quien sabe cuántos hombres pudieron estar con ella en quien sabe cuánto tiempo….y dije puede ser quien sabe y me conforme con el consuelo de tonto.

Así las cosas, los días pasaron y mi sentimiento de culpa comenzó a pasar, no recuerdo bien si fue un miércoles o jueves que me dice mi putiesposa que tipo 9 venia para tener su primero encuentro con una mujer, por lo que automáticamente dije bueno me voy así no se pone nerviosa y miro por las cámaras.

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Un día, fui a casa de mi vecina y amiga Nereida, estaba buscando una película para verla, ya que ella solía tener bastantes y nuevas, fue entonces cuando me sucedió este relato. Ella me dijo que buscase entre las cintas que tenía en su cuarto, en las estanterías, así que empecé a buscar entre las cintas, cogí dos películas de acción, pero cuando ya me iba vi otra cinta sin nombre, la puse en su video y para mi sorpresa vi un video casero, estaban Nereida, Almudena y Julia, las tres eran amigas, aparecían en un sofá sentadas viendo la televisión. Al ver esto, la curiosidad me invadió, saqué la cinta, y la camuflé entre mis cosas para poder ver de que trataba la cinta después, así que me fui con las tres a mi casa.

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Hoy yo soy Katherine Gema, una chica travesti de closet que pasa desapercibida en su vida diaria ocultando esa cara, cara que sólo desea ser vista en espacios diferentes a los que la sociedad suele tener acceso, es decir, contextos cotidianos. Mi interés a lo femenino surge a partir de las prendas y cualquier rasgo que caracteriza a una mujer, sin embargo, mi interés va en una sola dirección, tengo interés por ser la mujer de otra mujer. Vivo en Ciudad de México, soy una chica de va a la escuela, comparte momentos con amigos y familiares y se divierte sin más. Mi interés particular, me ha traído a contarles un poco de mí, cualquier mensaje para compartir tu experiencia u opinión acerca de mí que reciba a mi correo, lo leeré con todo el gusto del mundo y trataré de responder rapidamente, por favor, escribeme.

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Estaba deseando encontrarme con mi amigo. Hacía meses que no nos veíamos, pero sentía que nuestra conexión tampoco había disminuido. Nuestra última vez juntas había sido sexo lésbico intenso y me había dejado llena de ganas de más.

Cuando la vi en la puerta, sentí que se me aceleraba el corazón. Estaba tan guapa como la recordaba. Me abrazó y me dio un beso cálido, largo e intenso. Sabía que había algo especial entre nosotros y me mareaba.

La cogí de la mano y la llevé a mi habitación. Me miró a los ojos y me dio otro beso mientras la guiaba.

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Mi madre es joven me tuvo a los 17 y me inició cuando tenía 18. Ella es alta de piel Blanca, cabello marrón, tetas grandes y nalgas torneadas ya que iba al gimnasio. Yo por otra parte no tengo tanto cuerpo mis senos caben en mi mano y mis nalgas son pequeñas.
Inicia el día de mi cumpleaños iba a cumplir 18 años y todas mis amigas tenían un novio y solo yo era la recatada por lo tanto tenía curiosidad, en la madrugada de ese día le comente a mi madre y ella dijo no te preocupes todo a su tiempo, yo como niña berrinchuda le lloré y la abracé pude sentir el roce de sus senos y eso me erizo la piel, toque uno y le dije ves por cosa como esta no tengo novio, ella me dijo es por que no las tratas como deberías y yo le dije enséñame. Para esto mi madre dice quítate la blusa y tu brasier vamos a

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