Tras la marcha de Lucas con su familia, me disponía a pasar mi primer verano con novio, pero al mismo tiempo sin él. Una mezcla entre tristeza y enfado invadió mi cuerpo desde el momento en que me comunicó la noticia que me hizo estar varios días sin dirigirle la palabra.
Ahora por su culpa mi verano básicamente consistiría en ir a la playa, salir de fiesta y ayudar en casa. Ya no tendría sexo casi a diario como había planeado o eso pensaba.