Existe en la plaza del templo Expiatorio un estacionamiento y en el unos baños.
Cuando vivía con Luis el me conto que en el baño de hombres había en las paredes de los baños teléfonos y nombres de hombres buscando sexo. ¡No me hubiera contado!.
Empece a buscar información sobre esta practica y encontre que es muy común, la idea me parecía muy excitante e incluso me calentaba que un dia yo le concertara una cita a Luis y fuera para que después me contara. No me atrevi a proponérselo.
Lo que si me atrevi fue a ir yo.
Cada vez mas pensaba en la idea de ir, entrar a uno de los baños y esperar.
Como soy delgada no me fue difícil pasar con un gay que bajaba a los baños buscando una buena verga que mamar.
Me puse un pantalón de pechera sin ropa interior, una camiseta y unos tenis.
El pantalón es muy practico para meter las manos por los lados o quitárselo rápido.
La primera vez que fui tenia el pelo en una melenita muy corta, me alcanzaba a hacer una colita. Me vi en el espejo y parecía una lesbiana o un gay en proceso de feminización.
Baje rápido las gradas y entre al baño.
Entre a un cubículo y cerre la puerta, el corazón me latia de emoción y nervios.
Estaban aceptablemente limpios, baje la tapa y me sente a esperar haber que ocurria.
Desde afuera solo me podrían ver mis tenis y el pantalón de mezclilla.
Ya tenia quince minutos ahí sentada y nadie entraba. Ya había leído varias veces todos los nombres y teléfonos que estaban sobre las paredes.
«Ardiente 21 años», lampiño culoncito», y asi varios avisos de ocasión.
Estaba agregando en mi cel uno de los teléfonos cuando entro alguien haciendo ruidos evidentemente para hacerse notar.
Entro al cubículo de al lado empezó a tararear una canción.
Por el orificio no podía ver hacia el otro lado a no ser que me acercara hasta casi pegarme al murito.
Pude ver que el orificio se tapaba y pude ver el pantalón. De pronto, y sin evitar quedarme atónita, vi como entraba una verga. Si bien no se encontraba totalmente erecta si estaba de buen tamaño.
Era blanca. La mire por un momento como hipnotizada, sin saber que hacer.
El la movia arriba y abajo haciendo que empezara a crecer.
Empece a saborearla antes de siquiera tocarla.
Estire mi brazo para tocarla, la toque de la parte de abajo de la cabeza, deslice mis dedos hasta alcanzar a tocar sus testículos.
La tome con mi mano y pude sentir como se ponía mas dura y mas grande, la apreté con suavidad y la respuesta de esa verga me hizo tragar saliva.
Me aproxime sin dejar de presionarla entre mi mano hasta que la tuve frente a mi, a escasos centímetros de mi boca.
Le sentí la puntita con el roce de mis labios mientras con mi mano la movia de atrás a adelante.
Me meti la cabeza a mi boca sintiéndola palpitar dentro, la saque y le pase mi lengua por arriba y por debajo.
La apreté un poco y me la volvi a meter hasta dentro, me la comi toda.
La empece a chupar como loca, la sensación de estar ahí, en un baño para gays me ponía calientísima.
El tipo pensaba que quien se la estaba chupando era un gay.
Yo la chupaba sin parar, la lammia, le daba pequeños mordiscos haciendo que el tipo gimiera y jadeara.
Mientras la sostenia con una mano, meti mi otra mano por el pantalón y empece a meterme dos dedos.
¡Era riquísima la sensación!
Aun estaba ahí y ya estaba pensando en la próxima vez que iria, quería otra verga en esas condiciones. Otra verga de otro color de otro tamaño.
¡Claro que volveria!