Perdí el control y terminé follándome a mi sobrina gorda y traviesa que tiene 18 años y aún es virgen. Entonces, cuando descubrí que mi sobrina de 18 años era virgen porque nadie la quería. Tuve que ayudarla y le di mucho pene en el coño y también en el culo. Obtuvo todo el paquete a pesar de que no quería.
Bueno, tengo una sobrina que vive aquí en casa y es una gordita caliente muy traviesa. Ella tiene grandes tetas y un buen culo plano. Lo sé porque siempre la vi duchándose. Y un día sucedió algo que me partió el corazón. Vi su computadora abierta en una conversación donde un joven no quiere follársela. Dijo que no se follaba a chicas gorditas y eso la puso triste.
Estuve investigando en su computadora para ver si podía encontrar algún video de ella desnuda. Encontré una foto que le envió a un amigo de la universidad. En la foto está a cuatro patas enseñando el precioso culazo que tiene. Y no podía permitir que siguiera siendo virgen y le ofrecí ayuda.
Follando el culo caliente de mi sobrina gorda
Aproveché que solo estábamos ella y yo en la casa y cuando la gordita salió de la ducha yo estaba desnudo en su cuarto. Estaba acostado en la cama con un pene muy duro esperando a mi traviesa sobrina. Se sorprendió mucho y empezó a llamarme loco. Y para colmo amenazó con contarle todo a mi mujer.
Así que me levanté, me acerqué a ella, la agarré del pelo y la puse a cuatro patas sobre la cama. Le torcí el brazo ligeramente y la obligué a quitarse la toalla. Y ahí estaba ese bonito culo como en la foto que tomó. Entonces escupí en mi mano. Y pasé su coño, y metí mi pene en ese coño sellado. La joven gordita se enojó más cuando le torcí el brazo. Terminó sin poder hacer nada.
Y seguí penetrando mi pene en ese delicioso y carnoso coño. Y ya he abofeteado ese culo gigante bastante grande. Su trasero seguía moviéndose porque era demasiado grande. Y ella dio otro grito, y seguí golpeando la polla en su coño.
Entonces miré demasiado ese culo suyo y me dio unas ganas locas de penetrarlo. Y eso es lo que terminé haciendo. Metí todo mi pene dentro del culo del bandido gordito. Volvió a gritar, sólo que más fuerte.
Entonces tuve que decirle que se callara porque quería follármela en silencio. Y los vecinos encontrarían extraños estos gritos. Después de follármela a cuatro patas la tiré sobre la cama. Y he estado chupando ese gran coño. Y esta vez en vez de gritar gimió. Y dejó de luchar y de tratar de huir. Y seguí chupando muy bien hasta que hice venir a la niña traviesa.
Y así fue como ella perdió su virginidad. Tuve que tomar medidas, incluso en contra de su voluntad. Pero al final le terminó gustando y lo disfrutó mucho. Y también llené ese pequeño coño con semen y luego fui a mi habitación antes de que mi esposa llegara a casa y nos sorprendiera en el acto.