Fantasías Eróticas

Mi nombre es Andrea y les voy a contar como terminé haciendo doble penetración en suruba con mis sobrinos. Son gemelos, crecieron y no pude resistir el encanto de estos dos jóvenes calientes. Y terminé tirándome sobre su enorme polla y tuvimos una muy buena orgía entre la familia. Uno de ellos vino penetrando mi culo mientras que el otro penetró mi coño y todo eso al mismo tiempo. Mi esposo viajó y aproveché para tener sexo intenso con sus traviesos sobrinos quienes me acogieron y me hicieron correrme intensamente.

Sé que esto está muy mal, ya que el incesto es un tema muy complicado. Nunca quise hacer incesto, pero cuando mis sobrinos gemelos crecieron y se convirtieron en jóvenes guapos de 20 años, me emocioné mucho. Siempre me visitan porque soy su única tía. Y cada vez era más difícil tener a estos jóvenes atractivos en mi casa, especialmente cuando mi esposo estaba en el trabajo. Pensé muchas cosas sucias y traté de controlarme para no hacer tonterías. Porque eran mis sobrinos y estaba mal que quisiera tener sexo con ellos.

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Volviendo a casa de la universidad me sorprendió una violenta tormenta. Una de esas tormentas de verano que solo duran unos instantes pero que descargan una enorme cantidad de agua. Antes de empaparme más decidí refugiarme en el soportal de una tienda y esperar a que amainase el aguacero. Tenía la blusa pegada a la piel, tan ceñida a los pechos que estos se adivinaban al primer vistazo. Mientras intentaba recomponer un poco mi aspecto observe que al local entraban varios hombres. Todos me miraban de forma descarada antes de pasar. Aquello me violentaba un poco, pero no estaba dispuesta a ponerme de nuevo bajo el agua tan solo porque unos cuantos viejos no supieran ser un poco más discretos. En cualquier caso me llamó la atención que solamente entrasen hombres por lo que, por vez primera, eche un vistazo al lugar donde me había

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siendo un adolescente un tio mio me propuso dejar preñada a una bella muje tenia quince años cuando un tio mio que trabajaba en una clinica de inseminacion me propuso ser padre, le dije que si, no se por que pero me apetecia mucho tener un hijo a mis quince. me dijo que habia convencido a una mujer de ya treinta y cuatro años para participar, ella no queria tener hijos pero mi tio la convencio. mi tio es bueno convenciendo a la gente. ella era muy bella. le dije a mi tio que no me importaria concebirla por el otro metodo. pero me explico que aun estando en el instituto y teniendo tres tardes libres a la semana y los fines de semana llevaria su tiempo, y habria que buscar una excusa para que me ausentara de casa tan a menudo. y no estaba seguro de que ella aceptara.

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Les quiero contar una de mis tantas fantasías sexuales cumplidas, y sé que muchos al igual que yo también han tenido esta y es de coger con una taxista.

Yo deseaba tanto cumplirla pero no sabía cómo hacerlo, el día llego sin buscarlo; ese día fui a visitar al chico con quien había empezado a salir y era uno de esos días en los que se esta tan caliente que solo deseaba que me diera durante toda la tarde, así que me fui preparada, solo llevaba puesto un leggins (mi culo se notaba más grande de lo normal y super duro) usaba un top crop de encajes y una blusa, me le insinué varias veces a mi chico pero el solo estaba pendiente a la play, así que me aburrí y decidí irme a casa, agarré mi móvil y solicite un taxi.

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Hice un sabroso anal con un repartidor de pizzas que vino aquí a mi casa y me volvió loca de lujuria. Estaba muy emocionada porque mi esposo había viajado a visitar a su padre enfermo y me dejó aquí sola llena de ganas. Porque sabe que me encanta el sexo y necesito follar casi todos los días. Porque soy una bella mujer de 34 años que sigue encima de todo y con unas ganas de sexo enormes. Y un viernes por la noche pedí una pizza y cuando llegó era un motoboy delicioso, nunca había visto un repartidor de pizzas tan guapo como ese jovencito que solo tenía 20 años.

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Mi nombre es Bárbara, tengo 20 años y les voy a contar cómo terminé teniendo sexo en el metro. Trabajo en una tienda de ropa, gano poco dinero y tengo que trabajar la mayoría de los días para pagar las cuentas. Más aún en esta crisis las cosas se están poniendo cada vez más difíciles. Y terminé teniendo sexo en el metro con un viejo pervertido que me dio buen dinero.

Iba en el metro como de costumbre rumbo a casa después de un agotador día de trabajo. Y a esa hora el metro está prácticamente vacío, porque espero que me den el horario de movimiento para salir. Porque odio el metro abarrotado lleno de gente haciendo ruido en mi cabeza. Así que prefiero esperar 1 hora en la parada de autobús para tomar el auto muy vacío, y siempre tomo el último.

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Soy pastor de iglesia desde hace 15 años, soy fan de este sitio desde hace unos meses y confieso que cada día leyendo estas historias reales me emociono más y más. Eso es porque leer es mejor que solo ver porque podemos dejar volar nuestra imaginación. Y hoy quiero contarles algo que sucedió en mi iglesia hace unos años. Como es una historia real, prefiero no revelar nombres o ciudades, ya que podría perder mi trabajo como pastor si alguien se entera de quién soy.

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