Más de dos años y medio de relación pasan factura. Nos conocimos como se conocen ahora la mayoría, por una app. Todo fue genial, no fue el primero, pero ahora sé que fue mi gran amor.
Con 24 años en ese momento yo vivía con mis padres. Él con 29 ya tenía su propio piso. Por lo que enseguida comencé a pasar allí la mayoría de los días y a los pocos meses ya vivíamos juntos.
Todo era perfecto. Una relación idílica. Roberto era un hombre increíble. Terminé mis estudios y comencé a trabajar. En la cama… bueno era genial. Creo que fue lo que me hizo enamorarme de esa manera. Había encontrado a un hombre que no sólo era buen amante, también era morboso y sin miedo a probar cosas. Era la primera vez que hablaba con alguien de sexo como quien habla del tiempo. Algo impensable comparado con las anteriores relaciones.