Un buen día mi esposa llegó a casa un poco tarde y me contó que había tenido un encuentro íntimo con un compañero. Mientras lo contaba se puso muy cachonda y me besaba y tocaba. Mi mente perpleja por momentos cambiaba por el calentamiento.
Resultó que el compañero le mandaba mensajes y ella ya estaba muy caliente y aceptó un día .
Cuando llegó a casa sus tacones lucían , su minifalda también y su lencería incluídos ligueros.
Cuando levanté su falda lo ví todo claro pero ella empezó ha hablar y a ponerse mimosa pidiendo comprensión.