Me tenía loco mi cuñada con sus 160 de alto 110-61-92 de cuerpo, sus 21 años, pelo negro, dios que buena que estaba desde que la conozco, siempre me fije en ella tan respondona tan insolente tan provocativa, siempre con unos escotes de vértigo unas mallas de escándalo más que faldas parecían cinturones…
Como todos los sábados estábamos en el chalet de mis suegros:
Mis suegros, mi mujer. mi cuñada y yo. Mis suegros y mi mujer estaban dentro del chalet viendo una de esas pelis de sobremesa. Mientras yo preferí irme a la piscina a leer un poco, al rato de estar allí apareció mi cuñada.
Se quitó la camiseta, el pantalón y se quedó en bikini ¡¡¡Por dios que buena que está!!!
Se sentó a mi lado y me dijo:
–Cuñado me echas crema por favor
–Claro que si flor dame el bote.
Me dio el bote y empecé a juntarle crema por los brazos, la espalda y cuando voy a parar me dice que porque no le echaba en el resto del cuerpo así no se ensuciaría las manos.
Entonces empecé a juntársela por las piernas, tenía unos muslos durosy por último por los hombros.
–Ea flor ya puedes bañarte que no te quemas jejé
–Pero cuñado no me has echado crema por delante, vas a dejar que me queme el escote????
–Como salga tu hermana vamos a tener problemas.
–¿Por qué? Somos familia y tú no quieres queme ¿verdad?
Se echo crema protectora en el canadillo (siempre sin quitarse la parte de arriba del bikini) cogió mis manos y las puso encima de sus pechos ella se estaba restregando la crema pero con mis manos. Puso mis manos en medio del canadillo, y con las puntas de mis dedos las fue metiendo poco a poco debajo de su bikini hasta que llegue a tocarle el pezón que lo tenía durísimo.
Bajo la mirada a mi entrepierna y vio como tenía el pene superhinchado tanto que se marcaba por el bañador. Me dijo:
–Uy veo que tienes calor je, je, je me voy a la piscina a ver si me refresco je, je, je
Me guiño y se tiró de cabeza a la piscina, cuando asomo la cabeza me dijo:
–Anda cuñado métete que hace calor verás como aquí se te pasan las calores.
Solté el libro tome carrerilla y me tire a la piscina, entonces ella se agarró de mi cuello e intento hacerme unas ahogadillas yo se lo impedí y empezamos a jugar a ver quien ahogaba a quien. No hacía más que restregar sus enormes tetas por mi espalda, por mi pecho me tenía loquito con una erección que encima no podía ocultar.
Con el juego ella se puso de frente a mí, rodeo con sus brazos mi cuello y con sus piernas mi cintura y se apretó ami quedando
mi pene erecto pegadito a su vagina, ¡¡Solo nos separada la fina tela de los bañadores!!.
–Uy cuñado, creo que estas malito ¿qué es por mí?
–Tú que crees si te estás restregando conmigo
–Si sabes que soy muy buena… a ver que vea lo malito que estás.
Se separó de mi un poco bajo una mano, la metió dentro de mi bañador, y me saco el pene y volvió a abrazarme con las piernas quedando mi pene pegado a su vagina pero esta vez separado de ella nada más que por su bikini. Empezó a subir y bajar muy pegada a mí, yo entonces le puse las manos el culo a lo que ella me pego un bofetón y me dijo:
–Eres un guarro
Se salió de la piscina cogió su toalla y se fue corriendo a la caseta donde nos cambiábamos de ropa, y me dejo con un tremendo calentón, mi pene hinchado y un dolor de testículos por lo caliente que me había dejado.
Entonces hice algo que pensándolo, ahora no sé cómo lo hice.
Salí de la piscina, me fui a la caseta, abrí la puerta y allí estaba mi cuñadía secándose el pelo.
Entre y cerré la puerta.
–¿Qué quieres? (me dijo mi cuñada poniendo una voz de zorrita)
–¿Tú que crees que quiero? Mira como me has dejado
–Pues ve y follate a mi hermana pensando en mí
–Vamos a hacer otra cosita mejor
La abrace y nos besamos con pasión jugando con nuestras lenguas, la senté en una silla y fui bajando mis manos y mi boca por su cuerpo le quite la parte de arriba del bikini y le lamí los pezones, me arrodille en el suelo le hice que pusiera sus piernas en mis hombros eché a un lado el bikini y empecé a comerle su vagina que la tenía completamente depilada, a esas alturas era ya una fuente, se corrió varias veces.
Ella bajo las piernas de encima mío, se levantó de la silla y me sentó ami, me cogió el pene y empezó a mamármelo como nunca
antes nadie me lo ha mamado.
–Flor más despacio que me corro
–Cuñado eso quiero, tragarme tu leche, ¿te sorprende lo guarra que es tu cuñadita pequeña?
–Flor que me corroooooooo
Empecé a correrme y para mi sorpresa la siguió mamando (que distinta con mi mujer que nunca me ha dejado que me corra en su boca) mientras que yo descargaba mi semen en su boca ella siguió con la mamada por dios no sé cuanto descargue, pero fue el orgasmo más largo de mi vida y lo que más me sorprendió fue cuando… Ella abrió la boca y me enseño todo mi semen en su boca lo escupió en la mano y empezó a jugar con mi semen, me miro con cara juguetona y se lo metió otra vez en la boca, cerró y se lo trago todo.
–Cuñado estaba riquísimo ¿me das más? Que me he quedado con más ganitas
–Flor que no tengo condones, los tiene tu hermana en el bolso
–Entonces ¿aún no te has corrido dentro la vagina de mi hermana?
–No, ella dice que aún no
–Cuñado me pones muy cachonda voy a hacer contigo algo que no he hecho con nadie antes
Yo seguía sentado en la silla, entonces ella se sentó en mi piernas mirándome cogió mi pene lo puse en la entrada de su vagina y se la fue metiendo dentro sin condón. Nunca antes había estado dentro de la vagina de una mujer sin condón que rico se sentía, que calor tenía una vagina cerradita y muy estrecha, mi pene entraba en ella como un cuchillo en mantequilla calienta… muy caliente
–cuñado eres el primer hombre que me folla sin condón
–Flor que rico se siente ahhhh.
–Venga cuñado demuéstrame lo macho que eres, córrete en mi interior lléname las entrañas con tu leche.
–Flor esto está mal, que puede pasar una desgracia.
–Sé un macho córrete dentro de mi.
No aguanté más, mientras le comía las tetas le agarré fuerte de la cintura y empecé a correrme en su vagina, que morbo me daba el pensar que podía preñar a mi cuñadita.
Cuando me corrí, ella se levantó despacio de encima, se puso unas braguitas limpias, se vistió y se fue corriendo a la casa mandándome antes un guiño de complicidad.
Por la noche antes de irnos a la cama mi mujer y yo, se acercó mi cuñadita le dio un beso a su hermana y le dio las buenas noches, cuando mi mujer estaba de espaldas a nosotros mi dio un beso, metiéndome la lengua hasta la garganta y después me dice al oído:
–Cuñado aún tengo tu leche en mi vagina y está calentita aún mmmmm ¿cuándo vamos a repetir?