Me estaba masturbando una linda noche cuando mi novia llegó de su universidad. Me percaté que traía algo en su boca porque tenía las mejillas infladas y sin decirme nada se puso de cuclillas frente a mí y tomó mi pene.
Antes de que yo pudiera hacer siquiera una pregunta ella escupió una enorme cantidad de semen sobre mi pene y empezó a frotarlo con él. Fue asqueroso lo admito, mis celos y rabia de saber acaba de estar con otro hombre fueron inmensos al igual que el asco que sentí por tener en mi pene el semen aún caliente del bastardo con quién estuvo.