Hola a todos, esta es la primera vez que escribo y espero les guste mi relato.
Tengo 37 años y siempre me ha gustado ver fotos y videos de penes eyaculando, es algo que me calienta mucho. No soy muy lampiño, pero a veces me depilo las piernas y mi zona anal para ponerme mi ropa de nena.
Esto sucedió en plena pandemia, vivo solo por lo que no tengo problema en vestirme de putita cada vez que quiero. Bueno pues resulta que siempre pasa un señor de aproximadamente 60 años por la cuadra a recoger el plástico de la basura, es un señor delgado de unos 1.70 de altura y la verdad no anda sucio a pesar que se dedica a recoger el pet.
Uno de esos días llegue temprano del trabajo y decidí vestirme de putita me puse a hacer el aseo y lavar algo de ropa, la ventana de la cocina da hacia la calle y tengo unas cortinas que se alcanzan a transparentar, en un momento de calentura puse mi dildo sobre la mesa y me lo metí para montarlo dando la espalda hacia la calle, pasados casi 10 min sentí una mirada por detrás mío y ohhh sorpresa… Era el señor que recogía el pet viéndome como puta consolándome con mi juguete, nos miramos, el sonrió y se fue, yo me quedé congelado y preocupado.
Después de 2 semanas llegué del trabajo, me duché y me puse mi pijama de nena cuando escuché que alguien tocó a mi puerta y me puse mi pants para bajar a abrir y en cuanto abro la puerta era el señor de la basura.
Me dijo buenas noches putita, si no quieres que tus vecinos se enteren me vas a tener que dar el culo hoy mismo, sin pensarlo lo tome de la mano y lo metí a mi casa. Ya estando adentro me dijo lo que había visto y saco su pene, era grande unos 19 cm, ¡velludo y tiene unos genitales hermosos!
Acto seguido me hinqué y me puse a mamar ese gran trozo de carne que poco a poco se hacía más grande mientras escuchaba sus gemidos y diciéndome, que bien la mamas puta, así estuvimos unos 5 minutos hasta que me dijo: ¡Ahora si te vas a comer una de verdad! A lo que yo le contesté: ¡¡¡Si papi, hazme tu puta!!! Me dijo ponte en cuatro y abre bien ese culo que quiero que lo desleches.
Yo obedecí y me pude en cuatro bajándome el pants quedándome solo con mi pijamita de putita, empezó a rozar su pene en medio de mi rajita y me puso al 1000 hasta que en una de esas entro su cabeza lo cual me hizo sacar u gemido de dolor y a la vez de gozo, empezó a meter toda su herramienta dentro de mi culito apretado.
Y empezó a bombear durante unos 10 minutos hasta que se cansó y se sentó en una silla y me dijo, ahora tu castígate solita perrita, lo cual yo obedecí inmediatamente, me levanté y me ensarté en esa verga dura y grande, yo solo veía su cara de gozo mientras pellizcaba mis pezones.
Acto seguido me cargó todavía con su verga adentro y me puso de piernas al hombro sobre la mesa y me siguió embistiendo hasta que escuché: ¡¡me voy a venir putita!! Yo le dije: dale papi, préñame y solo sentí sus chorros de leche caliente dentro de mí, se recostó sobre mi pecho lamiendo mis pezones y sacó su verga ya un poco flácida y me la puso en la boca, yo encantada se la limpié y su sabor era riquísimo.
Se levantó se vistió y se fue no sin darme una nalgada y diciéndome: no será la última vez, desde entonces me ha dado muchas veces y próximamente les contaré la historia con él y unos de sus amigos.
Espero les haya gustado.