Mi nombre es Isabel y aunque subí recientemente un relato, el que a continuación les voy a compartir no podía dejarlo pasar. Soy una mujer de 45 años, pero me he sabido cuidar. No diría que soy perfecta ya que nadie lo es, pero tengo lo mío. Soy de complexión delgada, pechos medianos y firmes, así como el trasero. Soy de cabello ondulado color negro y soy de tez blanca. En fin. Este lunes 30 de Septiembre lo empecé como cada día. Me levanté, fui al baño. Preparé mi regadera y me bañé. Hasta ese momento todo normal. Mientras mi cuerpo era cubierto por el agua, mis manos vagaron por todas partes. Al terminar, salí de mi baño y busqué mi ropa. Miré la hora y eran 6:40. Aún quedaba tiempo. Desgraciadamente a mi suele tocarme mucho tráfico así que no podía demorar mucho en vestirme y maquillarme. Me puse mi panty negro, y luego mi brasier, igual del mismo color. Al retocarme el rostro, decidí quedarme así para no mancharme la ropa. Caminé hacia mi tocador y de la nada se abrió mi puerta y apareció mi hijo Jorge.