Soy Carola, una chica de 20 años, universitaria y que no resalta en la multitud. Digamos que mi cuerpo es normalito, soy delgada, mis tetas no son ni grandes ni pequeñas, tengo un culo manoseable pero tampoco algo que destaque mucho y mi forma es un poco curvilínea. Soy la típica rubia inocente que es hija de padres estrictos y que su única rutina es estudiar para sacar adelante una carrera y tener un trabajo más que decente.
El gasero y sus amigos
¡Hola! Como les he comentado en mis otras anécdotas, yo me doy el lujo de elegir con quien si y con quien no. He comido por así decirlo de todo, es por eso que en esta ocasión les hablaré de Joaquín, el señor del gas.
Joaquín lleva años surtiendo el gas, él es una persona honesta, el gas siempre dura más con él que si se lo compraríamos a otra persona, y esto ya fue comprobado mucho antes de comérmelo.
Polvazo con una amiga al contarle lo del socorrista con mi mujer
Le conté a una amiga que el socorrista de la piscina se folló a mi mujer; esta amiga la conocí en las redes sociales, vive en otra ciudad, habíamos intimado bastante, hemos tenido sexo virtual o sexting que quizás cuente en otro momento y al decirle a mi amiga lo que había pasado me dijo que se lo tenía que contar cara a cara cuando nos viéramos.
Sexting con corridas
Lo prometido es deuda.
Nos conocimos enredando por la nube, tras unos primeros saludos donde despejamos que ninguno de los dos éramos una máquina ni había segundas intenciones, que éramos un hombre y una mujer con ganas de conocerse, conversamos casi todos los días durante medio año, me pareció que era y es una mujer
Me cogí al novio de mi prima
Creo que todos o todas, al menos la gran mayoría tenemos la clásica prima envidiosa, o de malas vibras, en otros modismos mala leche.
En mi caso si existe, quizás este tipo de comportamiento es medio comprensible cuando estamos en la niñez o adolescencia, pero cuando ya estás a mitad de los treinta y estar de mala onda con una chica de apenas esperando sus diecinueve, bueno eso deja mucho que desear de tu personalidad, autoestima o madurez.
El club de dominación
Ha pasado un año desde que me apunte a una aplicación de citas para hacer el amor. Al principio me costo dar con la tecla y pasaban semanas hasta conseguir que una chica me aceptase. Luego el procedimiento era bastante rutinario. Un par de bebidas en el bar o cena para dos, algunos cumplidos, muestras de generosidad e invitación a tomar algo en casa.
Fantasía lujuriosa de una profesora
Acabo de volver del trabajo. Desde hace más de dos años soy profe de literatura en colegios secundarios para adultos. Una paja. Sus chistes tontos, sus miradas lascivas… todo el tiempo siento que me desnudan con la mirada. Que en sus pensamientos me tocan, me muerden, me hacen cosas que me encantan. Cosas que seguramente jamás se cumplan en la realidad. Pero, por suerte, nadie puede vigilarme en mi imaginación.