Está todo grabado en tres celulares. Luli, mi mujer, se estira lánguida en una de las tumbonas de la casa de mi vecino Justino. Luce una bikini combinada, el sostén blanco, que trasluce sus pezones erectos, de un rosado intenso, casi tirando a marrón. Está muy excitada. La trusa de su bikini es azul, de forma triangular, que contiene perfectamente su hermoso traste respingón, de glúteos redondos y firmes, muy bien moldeados.