Hola me tarde un poco pero estoy de nuevo aquí para contarles una historia que sucedió con una mujer de 60.
Todo paso en mi pasó cómo repartidor nocturno, cogía con Carmen y mi lívido se fue al cielo, manejaba seis tiendas por noche, y con todos me trataba de llevar bien, en esas tiendas cambian de personal seguido ya que no cuidan la rotación de personal.
Bueno en una de esas llegue y encontré a Lupita una morena agradable pero sería ya llevaba tiempo tratandola y ponía barrera, pero esa noche me presento a su nueva compañera llamada Blanca, una mujer ya de unos 60 años ( nunca preguntó edad pero tanteó a ojo), de tez blanca un cabello negro a pesar de la edad, de unos 150 cm de altura, pero a pesar de traer pantalones se veían unas enormes caderas coronadas por un hermoso trasero redondo, y a pesar de que quiso cerrar su bata está se bajaba el cierre por el par de enormes chiches que se cargaba, en fin después de escanearla por completo, la saludé de mano respetuosamente ” Mucho gusto le dije”.
En fin ese día cumplí con mi tarea entregué recogí mi folio y me despedí. Pero ya sólo mi pene palpitaba de sólo recordar esa imagen.
Al tercer día que me tocó atender esa tienda me sorprendió no ver a Lupita y Blanca me saludo y me comentó que estaba con otra chica nueva ya que Lupita había faltado, que si le enseñan a capturar, yo con todo el semen acumulado por verla ya más suelta.
Traía una falda a la rodilla y una blusa no muy escotada pero dejaba ver la dimensión real de sus pechos y encima sin abrochar su bata, le contesté que no había problema que le enseñaría, me pase atrás del mostrador con ella acercándome para explicarle los comandos y el modo de capturar, estando cerca me percate que no solo iba bien vestida sino también traía un rico perfume que inmediatamente hizo reacción en mi pene que se puso duro, le seguí explicando y con todo morbo mi codo tocaba de vez en cuando ése enorme pecho que quedaba junto, primero se alejo la primera vez un poco, pero después en la segunda se quedó quieta.
Terminamos de capturar y procedi acomodar mi producto, cuando ya me disponia a irme Blanca me pidió que si le ayudaba a meter una caja con cigarro que según ella se le hacia pesada, tomé la caja y llegamos a la bodega, baje la caja agradeciendo y se agachó para empujarla mas, al agacharse pude ver la exquisitez de su culo, volteo y me vió y como si fuera premio giro enseñando como le colgaba la blusa dejando ver un brasier de encaje blanco, semi transparente que eran coronados por dos hermosos pezones, se incorporo y me agradeció con la mano, en fin salí chorreando mi pene.
Pasaron unas visitas más y Blanca y yo agarraba mis mas confianza, empezó a saludarme y a despedirme de beso, yo al principio era en la mejilla pero sabiendo que sino le gustaba me alejaría a veces la besaba cerca del labio y a veces cerca de su oreja, cuando lo hacía algunas veces soltaba un leve suspiro. Así paso una semana más.
Un viernes que llegue cuando la saludé le comenté “Hay Blanquita te voy a extrañar me voy de vacaciones dos semanas”, a lo que ella contesto no, ya le dije que mi suplente ya conocia la ruta y que no iba tener problemas, me acerque y le dí un abrazo diciéndole que no se preocupará, pero el abrazo fue con la finalidad de olerla, y darle un beso en su cuello cerca de la oreja, suspiro y levantó su mirada para darme un beso en la boca, nuestras lenguas se unieron y el beso se prolongó, ya en pleno fuego aproveche para tocar ese hermoso culo y darle unas palmaditas, ella sólo suspiro, nos apartamos y le comenté que nos fuéramos a la bodega a lo cual obedientemente acepto.
Una vez que cerré la puerta de la bodega la recargue en ella besándola, besando su cuello, cuando supe que ya era débil para resistir le quité la bata y le levanté la blusa, seguido la abrace para soltar el brasier y por fin ver esos hermosos senos que a cada beso y mamada se iban poniendo duros y firmes, me arrodillé para abrazar sus caderas y levantar su falda, traía unas pantimedias color carnal acerqué mi nariz a su vagina y empecé a mover mi boca mordisqueando su rica vagina que ya empezaba a mojar la tanga y las pantimedias ella empezó a gemir y a decirme “Ya papi que soy muy caliente y vas a tener que darme todo para bajarme lo caliente”.
A lo cual respondí “No te preocupes hoy vas a llegar relajada y cogida a tu casa mamita”, le baje las pantimedias y su tanga para deleitar mi boca con sus jugos que ya eran verdaderos líquidos escurriendo yo que son mi deleite limpiaba y seguían saliendo, Blanca nada más gemia, le metí dos dedos de golpe a su vagina y entraron sin problema, mi mente caliente me dio la idea de mamar abrazándola de las caderas y baje una mano entre su raya para buscar su ano, al encontrar empecé a acariciar a sobar y cuando lo sentí relajado, lo hundí Blanca soltó un suspiro y diciendo “Ya papi cógeme”.
En eso con mi lengua hice que tuviera un rico orgasmo que me mojo hasta la camisa, se le aflojaron los pies, la voltee y la agaché, mi pene estaba ya todo mojado, y mojada ella entro de un golpe, “Si papi cogeme soy una puta y soy tuya”, después la hice hincar y la volví agachar mi pene estaba todo lubricado de sus jugos le solté saliva a su culito, ella me dijo “Si papi lléname el culo con tú verga”, era espectacular ver ese enorme culo recibiendo toda mi verga me puso a mil, primero esperé a que su culo se acostumbrara a mi verga después empecé poco a poco al mete y saca.
Empecé a darle de nalgadas a esas enormes nalgas, sería faso decir que aguante mucho esa visión pocos la hemos tenido, exploté dentro de su culo, todavía saque mi verga y antes de que se muriera la metí en su vagina y apenas unos embates y ella volvió a explotar en un rico orgasmo, fue maravilloso ver mi pene ser mojado de esa manera, esa noche me recosté con ella en el suelo abrazándola de cucharita y sentir sus enormes nalgas en unos minutos mi verga estaba puesta para otro encuentro, fue una noche inolvidable, terminé la ruta a las 7 de la mañana pero fue una experiencia única.