Todo por una comisión

Mi esposa Rudy se desempeña en el campo de la compra y venta inmobiliaria, teniendo mucho éxito al sector norte por las cumbres de Lorena periferia a la ciudad de Bogotá.

Este año las ventas no han estado muy bien y su jefe inmediato le ha propuesto, dada su experticia, añadir a su portafolio de propiedades unas tres casas que no se han podido vender durante meses. Rudy me contó que es una buena oportunidad para un ascenso y que se comprometería a venderlas.

Luego de una par de semanas me llamó mi esposa en la tarde, para decirme que iba a reunirse con un cliente para conversar sobre una de las casas. Ella me contó que se reunió con un tipo llamado Esteban y su esposa, quienes buscaban una propiedad. Al revisar la información ellos quedaron fascinados y acordaron ir a conocer, sin embargo la esposa dijo que enviaría a su hermano arquitecto para que revise por menores y llegar a un acuerdo final.

Rudy me contó que iba a mostrarles la propiedad a dos clientes hombres y eso llamó mi atención; conseguí la dirección de la casa y me propuse ir para ver si todo marcharía bien, incluso conseguí copias de las llaves en la oficina de Rudy, y luego acudí al sitio antes que llegaran ellos.

La visita estaba planeada para las 16 h por lo que llegué unos 30 minutos antes y me escondí en los clósets de uno de los cuartos superiores. Escuché que estacionó un vehículo y pude ver a dos tipos grandes bajar del auto de Rudy, los mismos que reían con ella haciendo bromas y caminando hacía la casa.

Entraron y se escuchaba voces, risas y pasos. Rudy les mostraba y hablaba sobre todos los aspectos de la casa. Cuando llegaron por la habitación pude notar que mi esposa estaba con un vestido entero alto que dejaba ver sus piernas y pronunciaba masivamente sus nalgas; más arriba, el descote también dejaba ver sus enormes tetas apretadas y junto con sus labios rojos y cabello recogido era una atracción para cualquier macho. Entre plática y bromas de doble sentido pude ver que los tipos le tomaban de la cintura, mano y de vez en cuando bajaban y tocaban su trasero.

Yo me escabullí y pude ver que se quedaron en un hall del segundo piso en donde había una mini sala empotrada. Al rato, estos cabrones empezaron a seducir a mi esposa diciendo lo sexy que estaba y sobando sus penes simulando bailes y bromas. Rudy les pregunto que si les gustó la casa y Esteban respondió que necesitaría convencerlos. Rudy se bajó el cierre del vestido dejando ver un cuerpo delicioso completamente desnudo. Estos cerdos estaban a mil y su miradas se clavaron en las tetas y la vagina depilada de mi esposa. No esperaron más y empezaron a desnudarse de una manera frenética mientras Rudy empezó a sobarse el clítoris acostada en el sofá.

Estos cabrones la hicieron colocar de rodillas, y ella empezó a mamarles la verga de arriba hacia abajo, tomándola del cabello y provocando arcadas con cada embestida. Rudy al ver que esos penes ya estaban bien erectos se levantó y se puso en cuatro patas en el sofá a lo que Esteban se acercó y escupió el culo de la mujer para empezar una lamida de ojete brutal. Este cerdo lamía y metía su lengua en el ano de Rudy mientras le sobaba el clítoris. El cuñado arquitecto se acostó en el sofá y empezó a masturbarse mientras veía esa escena, para luego Rudy acercarse y lamer su pene mientras recibía lengua de Esteban.

Tras un par de minutos, Rudy fue por el cuñado y subiéndose en su pene empezó a cabalgarlo de manera suave hasta acomodar todo ese pedazo de carne. Empezaron las embestidas y en cada una de ellas Rudy cerraba los ojos mordisqueaba sus labios mientras el macho se aprovechaba succionando sus tetas. En un momento Rudy miró hacia atrás y se percató que Esteban estaba masturbándose con la mirada clavada en sus nalgas y espalda… ella se escupió la mano y la dirigió hacia su ojete llamando al otro cerdo para que la empalara.

Esteban se acercó y colocó su pene en la entrada del orto de Rudy. Su cuñado paró un momento y Esteban empezó a meter el chorizo en medio de las nalgas de mi esposa; cuando ya todo entró empezaron a moverse ambos machos lentamente.

Yo estaba a mil y ni me di cuenta que tenía mi verga erecta y saliendo gotas de semen… Me la estaba jalando mientras veía todo ese espectáculo. Tras unos minutos, alcé nuevamente la mirada y vi a Rudy meneándose para adelante y hacia atrás de manera frenética; esta puta estaba clavándose las dos vergas mientras éstos cerdos disfrutaban de sus jugos; podía ver como terminaba una y otra vez lanzando sus líquidos hacia este par de cabrones. Tras unos minutos ella empezó a suplicar que terminen porque no daba más.

Al cuñado que le cabalgaba por la chepa le dijo que por favor la dejara preñada, que la deje con todo su semen adentro. Este puerco empezó a darle más duro tomando sus caderas y mordiendo sus pezones; Rudy volteó hacia Esteban quién perforaba con todo su ojete le dijo que quiere sus entrañas llenas de semen… Así estos tres cerdos empezaron a moverse fuerte hasta que Rudy empezó a gritar y los cabrones sudando y meneando sus cuerpos dejaban todo su esperma en los huecos de mi esposa.

Se incorporaron y sacudiéndose la verga le dijeron a Rudy que haga los papeles. Se vistieron y salieron de la casa dejándola completamente abierta tirada en el sofá… Tras unos minutos mi esposa me dice que ya puedo salir. Yo me quedé perplejo y ella insistió en que yo salga. Al exponerme me acerqué a ella y vi su vagina y ojete goteando leche.

Ella me dijo que quería ser usada por esos puercos y me tomó de la verga abriendo sus piernas para que la penetre; así lo hice y empezamos a coger de una manera salvaje y deliciosa; luego la puse en cuatro y verifique que su ano estaba abierto y estaba listo para otro pene…, tras unos momentos me ordenó que me acueste en el sofá y se puso en posición 69. No lo vi llegar, pero terminé lamiendo su vagina y ojete dilatados escurriendo del semen de ese par de machos. La verdad me lleno mi cara de semen y fluidos hasta que me volteé y le clave el pene en su orto hasta que empecé a darle toda mi leche que tenía desde que empezó la sesión de sexo y lujuria.

Después de unos minutos la tomé y fuimos a ducharnos juntos, para luego regresar a casa. En el camino ella me dijo que supuso que yo iba a estar allí porque no encontró la copia de las llaves de esa casa. Le pregunté si se culea a cada cliente y me dijo que era la primera vez, aunque yo creo que ya lo ha realizado otras veces en que ha llegado a casa con la vagina y el ojete inflamados.

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