¡Hola Mundo!
Les habla Beatriz, antes de comenzar con mi aventura quisiera contarles un poco de mí, tengo 25 años, mido 1.59, tengo cuerpo atlético, definido por el ejercicio, soy castaña clara con el cabello a la altura de los hombros, soy blanca bronceada, tengo pechos promedio 34B con pezones un poco obscuras y puntiagudos a cualquier excitación, mi culo es mediano paradito y tengo las piernas definidas por el ejercicio y obvio depilada de pies a cabeza. Después de este breve contexto de mí los pondré al tanto.
Con Rafa llevamos 2 años de relación en donde fuimos muy abiertos sexualmente comenzamos desde el principio de nuestra relación a probar nuestras fantasías y descubrir que nos gustaba, comenzamos desde grabarnos, tener sexo con gente en la casa y hasta el momento el límite llegó al enterarse mí de bisexualidad. Aclaro que desde un año antes de conocerlo mi lado bisexual había salido a la luz, pero nunca había tenido oportunidad de probarlo, pero todo esto cambió a raíz de conocer a Rafa el al enterarse mi interés por probar estar con alguien de mi mismo sexo comenzó a darme esa apertura, obvio mi intención no era compartir a mi novio si no que él me compartiera con otra chica nada más.
El pasar del tiempo y su insistencia una noche de sexo me orilló a preguntarle «Ok, si pudieras escoger a la chica ¿a quien escogerías?», en su mirada vi como se empezó a imaginar todos los escenarios posibles y en menos de un minuto surgió el nombre «Rocio».
Rocio era una de sus mejores amigas, una chica joven de mi misma edad, piel morena, cabello castaño arriba de los hombros, cuerpo muy bien trabajado por el gimnasio y muy dominante, para mis inicios bisexuales era alguien ideal para guiarme en este mundo.
Después de unos segundos entre mí excitación e imaginación surgió una respuesta «Va, pero tiene que pensar que será una aventura», Rafa dispuesto a todo con tal de verme con una mujer acepto mi condición. Empecé a formular el plan ideal para irme acercando a Rocio, vi la oportunidad ideal en un viaje que Rafa tendría con sus amigos a una ciudad algo retirada de la nuestra en donde obvio iría Rocio.
La fecha llegó y decidí llegar separada de mi novio para que interactuara a solas con Rocio, llegué al punto donde nos citaron para subir al camión y para mi sorpresa ya estaba Rocio con su maleta, ropa cómoda que resultaba definiendo cada rasgo de cuerpo, una blusa de tirantes blanca y un short de licra que mostraba nada más que sus hermosas piernas. Yo acordé a mi plan decidí mostrarme un poco más reservada con una blusa de tirantes y unos leggins negros que dejaban ver un poco de mi tanga por las orillas.
Al llegar la saludo de beso en la mejilla sintiendo su aroma y empezando a desearla, le sonrió y le preguntó «Lista para el viaje?» a lo cual ella me responde «Claro, solo que no sé con quién me pondrán en el camión para saber si iré cómoda» a lo que no dudé en aprovechar la oportunidad «Si quieres podemos ir juntas, digo si tú quieres igual» ella responde si no iría con Rafa mi novio lo cual decido contrarrestar restándole importancia «No, así él irá más cómodo» me responde con una risa y comenzamos a platicar de cosas sin relevancia.
Al subir al camión obscuro aprovechó el momento y la tomó de la mano con el justificante de no caerme lo cual ella acepta sujetándome hasta ella entrar en el asiento, acomodo mis cosas arriba de nosotras dejando de frente a ella mi abdomen bronceado que se traslucía a mi blusa, tome asiento y me acerque a ella para sonreírle demostrando mi emoción por el viaje ella me devolvió la sonrisa y tomó de mi mano.
El viaje comenzó de noche así que gran parte estuvimos dormidas pero durante la madrugaba vi que ella temblaba por el frío del clima por lo que decidí tomar una cobija de mi mochila y decir «Oye si quieres nos tapemos juntas» ella sonríe algo apenada pero acepta decidimos cruzar nuestras piernas para entrar en el espacio yo aproveché para darle un breve masaje por los muslos tan perfectos y ella me tomó de las piernas mientras dormida a mi sorpresa fue que ese simple contacto me erizo las piernas durante toda la noche.
A la mañana siguiente llegamos a la ciudad y nos dirigimos al hotel ya que sería un viaje de fin de semana el día estaba destinado para aprovechar al máximo así que en cuanto llegamos al hotel decido continuar mi plan con Rocio comenzando mi labor de convencimiento para que fuéramos compañeras de cuerpo, sin mucha dificultad ella accedió ya que el viaje en grupo sería chicas con chicas y chicos con chicos.
Al recibir nuestra llave decido subir sola con Rocio, ella me sonríe aceptando el gran plan de amigas que tendremos durante el viaje, al entrar a la habitación Rocio entra primero y se tira en la cama, yo dejo mi maleta por un lado y decido quitarme la blusa quedando en top «Discúlpame amiga que ya moría por quitarme la blusa» responde con una risa viendo mi cuerpo seguido de un «Me bañaré antes de salir» sin perder la oportunidad y curiosidad decido empezar mi plan «Ammm ¿te puedo acompañar? Digo para ahorrar agua» ella solo fue algo nerviosa pero asiente con un poco de duda pero aceptando una ducha de amigas.
Ella entra a la ducha y mi imaginación comienza a volar de imagen ese cuerpo tan perfecto sin nada que lo cubra pero decido esperar a que ella esté dentro para entrar. Escuchó la regadera atenta y empiezo a quitarme la ropa para entrar sin nada, al entrar soy recibida con una sonrisa y su mano extendida lista para sujetarme para entrar a la ducha, yo respondo con una sonrisa y sujeto su mano mientras mis ojos quedan fascinados en su figura que para mí sorpresa estaba totalmente depilada pero lo que más me llamó la atención fue ver esos hermosos pechos redondos firmes y pezones listos para besar.
La ducha no pasó a más de ese jugueteo de miradas que me volvió loca, sabía que esa noche tenía que finalizar mi plan ya que al medio día del día siguiente nos regresaríamos. Finalizada la ducha procedimos a cambiarnos y disfrutar de la ciudad sin mucho acercamiento íntimo ya que era un viaje grupal así que no pasó más. Llegada la noche regresamos al hotel juntas dispuestas a cenar y pasar una noche de chicas. Buscamos un Starbucks cerca del hotel para ir a comprar algo pero antes decidimos ponernos algo más cómodo, salí de la habitación con un short a media nalga y la blusa de tirantes con la que viaje pero esta vez sin colocarme brasier, ella vestía a la par mío con un short de mezclilla a ras de su hermoso trasero y una blusa blanca con un top deportivo debajo.
Tomamos nuestras carteras y decidimos bajar, al caminar por la calle entre el silencio y el frío decidimos tomarnos la mano para sentir esa presencia de ir juntas, no tardamos mucho en la calle ya que la cafetería estaba a 2 cuadras pero en todo el recorrido no nos soltamos la mano.
Al regreso al hotel Rocio pasa al baño y yo procedo a quitarme la blusa para ponerme un top deportivo para dormir y quitarme el short ya que yo dormía siempre así, para mi sorpresa al salir del baño veo a Rocio igual con su top deportivo negro y debajo solo su tanga de encaje blanca, reímos al vernos y ahora yo soy la que extiende la mano a lo que ella responde sonriendo y tomando mi mano para abrazarme, su cuerpo en ropa interior me hizo sentir sus pezones rozando con los míos mientras nuestros cuerpos se separaban.
La cena pasó sin más que risas y coqueteos con la mirada, terminando procedimos a acomodarnos para dormir juntas, Rocio quitó las sábanas mientras yo quitaba lo demás de la cena. Rocio apagó la luz mientras yo me metía en la cama, nuestros cuerpo traicionaron nuestra mente y al estar juntas en la cama se pegaron para dormir uno cerca del otro. Entre la oscuridad y el nervio ninguna de las dos distinguía si estábamos dándonos la espalda y estábamos de frente a lo que Rocio respondió buscando mi mano y al encontrarla nuestros cuerpo se acomodaron para nuestra sorpresa estábamos de frente quedando nuestros labios a ras de los de la otra.
Decidí probar suerte y le di un beso corto a lo que ella respondió con una sonrisa y un beso más largo y apasionado mientras nuestros cuerpo se abrazaban, el beso continuaba de manera extensa mientras sus manos comenzaban a bajar hacia mis muslos y mis manos tocaban su mejilla. Al sentir sus manos en mi trasero decido parar el momento, moverme hacia el costado de la cama y prender la lámpara, Rocio algo asombrada ve como regreso cerca de ella mientras coloco de nuevo sus manos en mi trasero, ella solo sonríe y continúa el beso.
Sus manos invaden mi tanga mientras siento como su mano empieza a rozar mi vagina ya empapada a lo que ella me responde con un «Creo que mejor quitaré esto» y procede a bajar lentamente mi tanga mientras yo me devuelvo a sus labios con una sonrisa. Decido subirme sobre ella para quitarme el top y que me tuviera completamente desnuda mientras ella solo sonríe y disfruta de mi figura. Comienza a recorrer mi cuerpo con las manos hasta llegar a mis labios e ingresas dos de sus dedos para que los lamiera hasta dejarlos lubricados.
Después de eso me tumba alado de ella para incorporarse y bajar a mi vagina, ese primer beso a mi parte más intimida estréseme mi cuerpo mientras se va convirtiendo en lamidas y sus dedos empiezan a jugar con mi clítoris, mi cuerpo solo se estréseme y comienza un ir y venir de gemidos míos. La noción del tiempo se pierde para mí en ese momento y solo recuerdo que se detuvo se paró frente a mí y comenzó a quitarse toda la ropa mientras yo me incorporaba como podía para sentarme en la base de la cama, ver ese cuerpo perfecto frente a mi me volvió loca ella me sonreía en señal de deseo y comencé a probar esos pechos tan ricos con una mano jugaba el pecho derecho mientras el izquierdo era devorado por mi lengua. Empecé a escuchar una agitación única seguida de un movimiento ligero de ella dirigiéndose a mis labios para besarme y tumbarme de nuevo.
Esta vez ella subió a la cama y se giró frente a mí dejándome ver ese trasero perfecto mientras su espalda se arqueaba para comerme la vagina, frente a mí tenía una vagina perfecta depilada y lista para mi, nerviosa veo como una pequeña gota está en la punta de su clítoris de la excitación su cuerpo dejo salir esa gota la cual rompió mis nervios y guio mi boca para comerme esa vagina con deseo y desesperación. Los gemidos por parte de ella no se hicieron esperar seguidos de un delicioso orgasmo que motivo mi deseo.
Ella rendida durante el sexo procedió a girarse y besarme para probar mis labios llenos de su lujuria. Instantes después ella tomó fuerza a abrió mis piernas para poder cruzar las suyas, una escena nunca antes vista se mostró en mis ojos y al más mínimo roce de su vagina con la mía estremeció mi cuerpo levantándome quedando frente a ella con las piernas cruzadas. Esto unió aún más nuestras vaginas impulsadas por el ir y venir de nuestra cadera nos llevó a gemir en sintonía con la otra hasta que llegamos a un orgasmo juntas.
Después de quedarnos unos minutos tiradas con las piernas cruzadas nos incorporamos para por fin descansar, por la mañana Rocio me despertó con un beso y desayuno en la cama por parte del hotel, ella se incorporó para aventarme mi top y ella colocarse el suyo, tomó ambas tangas y procedió a pasarme la mía a lo que decidí extender mi mano y tomar la tanga de encaje blanco de ella diciendo «Este será mi recuerdo» a lo que ella solo respondió colocándose mi tanga y dándome un beso.
El viaje terminó y al llegar a la casa le aventé la tanga a mi novio mientras en mi cabeza solo pensaba que esto sería el inicio de mi bisexualidad.
Este sería el relato de mi primer encuentro, espero les guste y si desean saber más de mis aventuras me encantaría contarlas. Leeré todos sus comentarios y los responderé.