Hola, me presento, me llamo Mike (nombre inventado para proteger mi identidad) y les voy a contar mi experiencia en los gloryhole.
Esto paso hace unos meses, una tarde salí a caminar porque no tenía nada más que hacer.
Suelo caminar por dónde no hay gente casi porque no tengo mucha experiencia hablando con ella, por lo general funciona nunca me topo con nadie bueno excepto ese día. Ese día me tope con dos personas sentadas en una banca, estaban hablando de algo pero no podía escuchar así que me acerque más por qué me encanta el chisme jeje.
Cuando me acerque lo suficiente pude escuchar lo que estaban diciendo, básicamente estaban hablando de un rumor que se había corrido de un local donde había gloryholes decían que si decías la palabra «hoyo en uno» en tal local el que estaba en el mostrador te pidiria que lo acompañaras y te llevaría a un lugar donde había varios baños donde entrabas y habían gloryhole.
Me quedé serio por un momento incluso me costó creerlo pero como soy curioso decidí probar suerte total si era falso no cambiaría nada así que me fui de allí y me dirigí al local.
Entre me paseé por los pasillos compré la cena de esa noche y cuando estaba pagando le dije al vendedor «hoyo en uno». Al principio se quedó serio así que supuse que era falso, pero después de unos segundos su mirada cambio a una más juguetona y me dijo «sígueme te llevaré a hacer muchos hoyo en uno».
Lo seguí detrás de la tienda a unos baños que no estaban a la vista del público y me dijo «que lo disfrutes» y se fue dejándome solo. Me quedé asimilando todo hasta que me decidí a entrar a uno.
Entre me senté y note que había algo escrito en la pared «toca la pared cuando estés listo» me arme de valor y toque dos veces la pared y unos segundos después apareció una boca en el hoyo, me baje el pantalón y me saque la polla la puse en el hoyo y empezó a chupar como si su vida dependiese de ello.
No habían pasado ni 5 minutos y yo ya estaba a mi límite así que di un empujón fuerte y me corrí, por el otro lado de la pared se escuchó a alguien jadear, sonaba como una mujer, pero si fuera un hombre no me hubiese importado igual.
Unos momentos después paso una nota por debajo que decía «deja tus propinas con el vendedor», así lo hice, me subí los pantalones y me fui, pasé con el vendedor y le pagué.
Después de eso salí de la tienda y claro que volví varios días, pero eso lo voy a contar después.