Yendo dominado por mi prima

Les voy a contar la historia de cómo mi prima me hizo su esclavo. Ella es blanca, alta de cabello largo y negro, tiene unos pies hermosos dignos de una diosa como ella y una pintura blanca que me hace babear.

Un día fuimos a la playa y ella fue con unos zapatos y luego se los quitó y dejo los zapatos en el carro junto con las medias, yo aproveché y dije que me iba a cambiar en el carro y entro y cierro y agarro una media y la empiezo a oler y luego a chupar, y me masturbo. Cuando acabo guardo la media para más tarde.

Pasamos el día en la playa, ella me montaba los pies en las piernas, pero todo normal, un jugueteo entre primos, hasta que nos íbamos que me dijo que no conseguía su media y la empezamos a buscar, claro no le iba a decir que la tenía yo.

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Primera vez con mi mamá

Hola, que tal, mi nombre es Jorge y tengo 31 años y mi mamá se llama Gabriela y tiene 51 años que para su edad aún está muy bien conservada.

El día que tuvimos nuestra primera vez fue una que me iba hacia su casa (ya que vivimos en diferentes domicilios) y no le avise que iba a llegar por lo cual le llegaba de sorpresa pero cual fue el resultado, que la sorpresa era para mí.

Aquel día llegue sin hacer ruido abrí muy suavemente la puerta de la cochera y me dirigí hacia la puerta principal de la casa, cuando estaba en la puerta introducir muy suavemente la llave para no hacer ruido, cuando logre entrar cerré la puerta lo más silencioso que se pudiera.

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Mi amiga lesbiana y su novia

Nunca pensé que el mensaje de Anita esa noche me cambiaría tanto las cosas.

“Che, ¿qué hacés esta noche? Euge y yo estamos tomando algo. Si te pintan unas birras, venite…”

Nada fuera de lo normal. Habíamos salido los tres varias veces. Euge, su novia, era intensa, de mirada filosa y sonrisa pícara. Siempre me había parecido increíble. Morena, tatuada, con ese aire desafiante que te hace dudar si querés hablarle o que te hable ella primero. Sabía que era lesbiana de toda la vida, pero cada vez que me miraba más de la cuenta, me costaba no imaginar cosas.

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Mi primera infidelidad antes de casarme

Conocí a mi futuro esposo siendo muy joven. Estuvimos tres años de novios, y cuando nos conocimos, yo era inexperta en el ámbito sexual. Aunque tuve un par de oportunidades antes de él, siempre sentí que no era el momento adecuado. En aquella época, mi cuerpo era joven y esbelto: piernas tonificadas, curvas pronunciadas y un busto firme que llamaba la atención. Cuando cumplimos nuestro tercer aniversario, él me propuso matrimonio. Acepté sin dudarlo. Nuestro futuro parecía prometedor, con el apoyo incondicional de nuestras familias.

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Mi suegra de visita y me atrapó

Hola, es mi primer relato, siempre quise escribir algo y llegó el momento, hace dos semanas por fin ocurrió lo que me permitió tener mi historia.

Bueno me presento mi nombre es Luis, soy un hombre casado de 26 años, mido 1.74 nada del otro mundo, cabello negro, tengo una espalda marcada por el hecho de practicar natación, brazos comunes, ni muy musculosos ni delgados, unas piernas anchas y ligeramente marcadas y buenas nalgas, bueno hoy les voy a contar lo que pasó hace dos semanas.

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Le enseño fotos de mi novia desnuda a mi amigo

Llevo un año y medio de relación con mi novia. Ella se llama Mia tiene 25 años y ella es chaparrita, no es gorda pero tampoco delgada, es de piel blanquita, tiene poco pecho lo suficiente para cuando usa escote se le vean ricos sus pechos, pero no los tiene grandes, ella es de cabello rubio, lo que más me gusta de su cuerpo y lo que más resalta es su culo, tiene un culo grande, las nalgas se le mueven delicioso y unas caderas bien formadas.

Tiene buenas piernas y una personalidad muy agradable cuando la conoces, pero cuando no le hablas se mira muy arrogante y mamona. Mi historia con ella es que la conocí en la universidad, no hablábamos demasiado, pero al finalizar la carrera empezamos a hablar cada vez más. No íbamos en el mismo salón por lo tanto solo nos conocíamos de vista y teníamos amigos en común.

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Con mi amiga y un morenazo

La fiesta no fue tan intensa como imaginamos, pero si con muchas miradas sobre Leylia. Ante las cuales, ella y yo nos respondíamos intercambiando sonrisas cómplices sobre nuestro secreto, dado que todo lo que pudieran imaginarse estas personas, sin que ellos lo supieran, había realmente sucedido esa tarde. También hubo bastantes comentarios sobre su sexual disfraz.

Hablamos bastante con algunos amigos y otros desconocidos, bebimos bastante y bailamos un rato. Luego nos acercamos a una mesa para comer algunos bocados ya que teníamos verdadero apetito. Lo mejor de la fiesta vendría luego de esta pequeña cena y habiendo pasado no más de hora y media que estábamos allí. Ya con algo en los estómagos y con el más mínimo recuerdo de la increíble follada de esta tarde, nos alcanzaba para sentirnos, “bien arriba”.

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