Después de la “follada” que me dio Diego la noche anterior, el domingo, Tania y yo la pasamos conversando: hasta donde llevar esto, cuáles son los siguientes pasos, entre otras cosas decidimos que solo los sábados sería para que Sandy saliera del closet. El lunes, Tania me llevó temprano a su gimnasio, me presentó a su instructor, en su oficina le explicó mi caso, que quería desarrollar un cuerpo de hembra, pero sin tomar hormonas. Gianfranco se llamaba, nos dijo que no había problema, tomó mis medidas y nos dijo que iba a hacerme perder un poco de músculo en las pantorrillas, definir mi abdomen para tener una cintura más delgada, iba a trabajar en desarrollar mis caderas y muslos femeninos, y finalmente perder entre 8 a 10 kilos.