Tuve la primera vez con esta experiencia de sexo sadomasoquista. Tuve sexo con mi prima traviesa a la que le gustan mucho estas cosas. Ella es una de esas góticas traviesas que aman el sexo salvaje. Viste de negro y escucha esas rocas realmente pesadas y sale con gente realmente loca. Pero ella es una gótica muy caliente y hermosa, blanca, de cabello negro y enormes tetas, siempre me emocionó mucho. Y ahora que ha crecido y tiene 19 años quería tener sexo con ella. Pero la niña traviesa me dijo que su sexo es un poco diferente al normal.
Decidí averiguar qué es y fui a su casa, llegando a su habitación, había mucho cráneo en el estante. Y mi prima estaba en lencería y mi pene ya estaba muy duro. Me pidió que me quitara la ropa y me dio un caramelo, dijo que era para endulzar la boca. Y me desmayé, de hecho ella me había dado un sedante muy fuerte y me drogó. Cuando desperté estaba desnudo, con los pies y las manos atados a la cama y con una mordaza en la boca para no correr el riesgo de gritar. Intenté liberarme pero fue en vano.
Y mi prima llego toda desnuda y aun en esa situacion no pude evitarlo y me dio una erección ver a mi prima pequeña sin ropa. Ella vino con una vela y comenzó a gotear la cera caliente sobre mi cuerpo y yo estaba tratando de gritar y retorciéndose en la cama porque tenía muchas ganas de salir de allí. Misión imposible, entonces llegó la pervertida con un látigo y me empezó a pegar mucho dejándome toda cicatrizada. Y entonces empezó a sentarse en mi pene. Encajó su coño caliente y comenzó a rodar intensamente.
Tuve sexo con una prima sadomasoquista
Y este sexo con mi prima empezaba a calentarse porque su coño estaba muy apretado. Y me abofeteaba y me tiraba del pelo mientras se sentaba intensamente sobre mi pene. Me pidió que le tirara del pelo y si no lo hacía me pegaba. Así que tuve que seguir golpeándola todo el tiempo mientras la niña traviesa se movía muy bien en mi pene. Ella, después de golpearme con un látigo, tomó una pistola eléctrica y comenzó a electrocutarme mientras estaba sentada sobre mi pene.
Luego me desató las piernas y me dijo que me pusiera de rodillas y que la follaría a cuatro patas. La traviesa hizo cabriolas con su enorme culo y me dijo que le follara el culo con mucha violencia. Y como yo ya estaba muy enojado por esa situación, le estaba penetrando el culo con todas mis fuerzas para hacerle mucho daño y dejarla con el culo lastimado. Pero eso era lo que ella quería, y cuanto más penetraba el culo de la zorra, más gemía de lujuria. Y ella pedía más y más pene en su culo y gemía llamándome esclava sexual.
Y su menear así me estaba excitando mucho, y follar un culo siempre es muy agradable. Y yo estaba a punto de correrme, entonces ella se alejó de mí y empezó a golpearme de nuevo con su látigo. Luego tomó un dildo y ya me asusté pensando que lo iba a usar conmigo. Pero se la metió en el culo rompiéndola toda y volvió a sentarse en mi polla con su coño y en ese momento estaba siendo doblemente penetrada. Y no me pude resistir y me corrí mucho, la suerte fue que estuvo tan bien que ella también se vino. Tuve sexo con mi prima y me fui a casa rota después de esta locura sadomasoquista.