Les voy a contar una historia que me sucedió hace un par de años. Yo estoy casado hace 4 años y con mi esposa somos muy felices, nos gusta hablar mucho y más cuando se trata de sexo ya que no nos reprimimos nada. Sucede que yo tenia la fantasía de compartirla ya que ella es una mujer muy linda y joven, yo me sentía muy egoísta en que ella se privara de experiencias y además a mi me calentaba mucho la idea. Un día decidimos viajar a la Capital de Buenos Aires (ya que somos del interior) y buscar un Boliche de swingers, encontramos uno enseguida ya que era un día de semana y los demás estaban todos cerrados, confieso que nuestra idea era solamente de observar el lugar, ver como era el ambiente y conocer gente.