A mi novio y a mí siempre nos gustó tener un muy buen sexo y disfrutar del mismo en distintos momentos y situaciones, particularmente a veces nos daba ganas de hacerlo en lugares especiales con cierto riesgo de que pudiera vernos o descubrirnos alguien.
Esta historia que les voy a contar es una de las tantas aventuras que tuvimos en lugares prohibidos.
Un día de semana después de nuestras tareas laborales nos juntamos para tomar algo en un café y conversar sobre nuestro día laboral, etc., etc.