Todo fue una noche que estábamos super calientes la lujuria nos había llevado a 1000, ella se puso un baby doll con portaligas y medias negras se miraba como actriz porno solo con eso ya me tenía la verga super dura.
Empecé a desvestir de manera bestial hambriento de comérmela de pies a cabeza y así fue primero sus tetas morenas con sus pezones super duros qué parecían misiles apuntando al techo del cuarto, seguí por su abdomen a lo cual ella respondía con respiración agitada hasta que llegué aquel voluminoso monte de venus que estaba bien rasurado al igual que sus labios qué ya hacían húmedos de la excitación.