Mi amigo y yo seducimos a mi esposa.
Después de leer las páginas de relatos calientes, me quedaba pensando en lo bien que se la pasan los protagonistas, sentí; que a mis 43 años estaba envejeciendo, y necesitaba enriquecer nuestra vida sexual. Muchas fantasías e ideas empezaron a taladrar mi mente, y cuando estábamos cogiendo le decía a Bety mi esposa, que imaginara que estaba cogiendo con otro hombre, me gritaba:
¿¡Que te pasa!!?….. ¡Estás loco!