Después de mi doctor, conocí a grandes chicos y chicas, todos intentaron acercarse a mi de una manera romántica e inclusive sexual, pero lamentablemente ninguno y ninguna consiguió darme el placer que experimente con mi doctor hasta que llegó el, Jeshua, un chico muy amigable, con una manera de pensar muy atractiva y sobre todo muy dulce.
Lo conocí en una reunión que tuvimos con unos amigos en común, la conexión fue instantánea, compartíamos gustos, pasatiempos, etc. Jeshua después de un tiempo, sin estar muy seguro me confesó que era abiertamente bisexual, lo veía preocupado un tiempo antes de su confesión, misma que provocó cierta distancia entre nosotros, aunque trate de no darle importancia sentía que necesitaba estar con el, pues a pesar de no considerarme homosexual o bisexual, sentía que lo necesitaba, que quizás en muy poco tiempo ya había comenzado a amarlo.