Eran ya casi las cuatro de la madrugada del sábado, yo puntualmente te esperaba en mi camioneta en la dirección que me indicaste y a la hora acordada. A tu marido le dijiste que tenías una convivencia con tus compañeras de trabajo, pero en realidad era una convivencia con un grupo de cuatro hombres que conociste en un chat de sexo para adultos. Eran cuatro amigos que habitualmente participaban en grupos de swinger, intercambios o sexo grupal.