Como comenzó, bueno yo tengo 14 años de vivir con mi esposa y creo que cuando comencé a vivir con ella nunca imaginé estas cosas. Mi esposa es una mujer blanca de ojos verdes, con un cuerpo de infarto, a pesar de tener 2 hijos se encuentra en muy buen estado físico, tienen unas tetas blancas con pezones casi que rosados, un buen culo y algo que siempre resalta en ella son sus labios vaginales, son unos labios gordos y muy pronunciados, solo de ver esos labios me provoca enseguida hacerle sexo oral. Debido a su vagina grande tengo un complejo, soy de un pene pequeño unos 13 centímetros erecto y teniendo relaciones con ella me daba cuenta de que solo se venía en algunas posiciones, esto debido a que mi pene es muy pequeño para tremenda vagina, por mucho que me esforzaba no alcanzaba a llenar esa gran vagina, esta vagina pide un miembro a su altura que se grande y grueso. Yo soy trigueño, cabello corto, gordo peso 120 kilos, tengo
barriga pronunciada, no me puedo ver ni el pene, me he descuidado totalmente y asi como la mayoría que inicia en este mundo, me dedique a buscar personas que tuvieran el mismo problema que yo ingrese a internet y a leer relatos, así que llegue a esta página y empecé a descubrir y a organizar mis ideas de lo que me pasaba por la cabeza. Yo quería era satisfacerla a ella, ver su cara de lujuria y verla satisfecha, yo la amo, es la madre de mis hijos y verla feliz eso me haría feliz también. Descubrí que lo que yo quería se llamaba “cuckold” donde ella era una hotwife y yo un cornudo consentido. Bueno ya sabía lo que quería, ahora tocaba decirle a ella y sabia que no iba a ser una tarea fácil. Mi esposa venia de un hogar muy conservador y una cultura muy tradicional.
Yo inicie primero diciéndole que rompiéramos la monotonía y que hiciéramos cosas diferentes a lo cual a regaña dientes acepto, lo primero que hice fue decirle que viéramos porno juntos, entonces buscaba videos de tríos hmh para ver su reacción, la verdad aunque lo veía no era captaba mucho la atención, luego le dije que tenia sueños muy raros y que yo quería ir a un terapeuta para que revisara si lo que yo sentía era normal, ella intrigada me pregunto que era lo que me atormentaba y le comente que quería verla con otro hombre, un hombre que tuviera mas pene que yo. No dijo nada su cara fue de disgusto y sentí que eso nunca pasaría. Yo seguía con mis ideas y seguía diciendo que rompiéramos la monotonía, así que le dije que compráramos un plug anal, y así fue, le compre un plug anal talla S uno muy pequeño, con la excusa de que eso la ayudaría a abrir su ano y poder tener sexo anal. Ella acepto casi que obligada, la noche en la que lo estrenamos le hice masajes en todo el cuerpo y la verdad eso como que la excito, paso de tener una cara de disgusto a una cara de malvada, la hice colocarse en cuatro con el plug anal dentro y la penetré por la vagina, cuando me sorprende verla mas mojada que de costumbre, eso me demostró que aquí había oportunidad en mi plan de ser cornudo, en mi mente yo pensaba que ella se imagina un trio.
Un fin de semana cualquiera sin planearlo, por lo menos de mi parte, nos tomamos unos tragos en casa, los niños estaban durmiendo así que teníamos la noche para nosotros, Y muy borracho le dije que, aunque pasaba el tiempo, yo la seguía viendo mas hermosa y que me gustaba muchísimo más, que yo me sentía orgulloso a su lado y que cuando un hombre le quedaba mirando en la calle su culo, su vagina o sus tetas eso me gustaba, me excitaba. Eso si vi que le gusto. Le dije que para el próximo fin de semana quería salir a un lugar a tomarnos unos tragos, pero que la quería muy ligera de ropa, un poco mas mostrona de lo normal, me atrevía decirle que quería salir con una puta, ella se sonrojo y vi que le dio mucha pena, me dijo que ella quería arreglarse algunas cositas antes de hacerlo, quería unos masajes que le ayudaran a bajar algunos kilitos de mas y un masaje levanta cola, me di cuenta que tenia algunos problemas de inseguridad, porque como lo dije al comienzo y no es porque sea mi mujer, ella es muy hermosa, su piel, su cuerpo sus ojos la hacen ser del deseo de cualquier hombre, de eso estoy seguro.
Bueno iniciamos con el tratamiento de los masajes, yo la acompañe, incluso en el local nos recomendaron una nutricionista para que el efecto fuera más rápido y duradero, así que iniciamos el tratamiento y además nos metimos en un gimnasio. La verdad a mi casi no me funciono el tratamiento debido a que no me cuidaba y seguía comiendo como loco, pero ella no, a ella lo que hizo fue colocarla mas bella.
Nos invitaron a una fiesta de cumpleaños de un familiar, nosotros no somos de mucho tomar en lugares que no sean nuestro hogar, pero esta vez fue diferente, ella tomo bastante y estaba mas habladora que de costumbre, se veía muy linda esa noche, aunque es muy conservadora a la hora de vestir siempre lo hace a la moda y muy elegante, yo la miraba y me sorprendió que salió a bailar con un primo y la veía muy entusiasmada, la verdad no me dio celos, ella es muy respetuosa, pero si vi que la esposa de mi Primo no le gustó mucho, así que le dije que nos fuéramos, ella muy molesta me dijo estas palabras que es donde todo arranca.
– Me pides que este con otro hombre, pero no soportas verme bailar con tu primo
Le explique que no era por mi sino por la mujer de mi primo, que yo seria feliz si eso sucediera, hay con los tragos nos fuimos para nuestra casa, en el camino nos íbamos besando y yo le decía lo que quería hacerle cuando llegáramos, no nos importaba el taxista y cuando nos vamos a bajar nos dimos cuenta que el taxista estaba viendo por el retrovisor y que ella estaba usando una falda y el hombre se estaba deleitando viendo sus labios vaginales que se le pintaba en su braguita debido a que por descuido o no sé abrió las piernas, esto hizo que se excitara mucho y a penas entramos a la casa empezamos a hacer el amor donde fuera, fue muy delicioso, cuando terminamos le pregunte si le había gustado que el taxista la viera, y que si el taxista hubiese querido participar que pasaba, su respuesta fue que le gusto que mirara, pero que si iba a aceptar estar con alguien, tenia que ser una persona que físicamente fuera de su agrado y que obviamente tuviese un pene grande, grueso y limpio. Aproveché sus tragos y le seguí preguntando, que si tenia alguien en mente, me sorprendió cuando me dijo que si, que en el gimnasio había un muchacho que cumplía esas características, que ya lo había visto, pero que creía que se dedicaba a complacer mujeres por dinero, ya que en más de una ocasión lo había visto con mujeres de mayor edad que siempre le daban regalos. Yo al tipo no lo conocía, pero me dejo intrigado.
Fui al gimnasio, tenia rato que ya no asistía, así que me coloque en la tarea, a penas ingrese lo vi, el tipo es del mimo tamaño mío, pero bien cuidado, con sus músculos marcados, y en la ropa se le notaba que tenia una buena herramienta, me fui enseguida, con solo verlo me dio celos y excitación, me gustaba la idea de conocer el tipo que le gustaba a mi mujer, me gustaba conocer el tipo por el cual ella se dejaría penetrar.
¿Ya lo tenía identificado y ahora que seguía? No sabia que hacer, quería forzar las cosas, no quería esperar mas tiempo, quería lucir mis cuernos. Así que recordé que le había pedido a mi esposa salir vestida de puta. Por la noche llegue a casa y ya solos en el cuarto le dije que recordara lo que le había pedido, que si siempre lo íbamos a hacer. Ella me dijo que si pero que no quería que fuera en nuestra ciudad, le daba pena que alguien la reconociera, dijimos que seria en una ciudad cercana que esta a 2 horas de la nuestra, ella me dijo que me encargara de todo, así que me coloque en la tarea, no fue difícil, ella me dio sus tallas y cuando ingresaba a tiendas de mujeres, ellas me atendían de la mejor manera y me asesoraban, quería una blusa transparente, gracias a Dios vivimos en una ciudad de clima cálido y puede usarlo. Así que llegue a una tienda y la chica me mostro varias prendas, y había una blusa negra con unas cuantas piedritas de adorno, pero totalmente transparente, esa me gusto, pero se le verían los senos y aunque tiene unos senos hermosos es la madre de mis hijos y tampoco quería exponerla, además no sabía si estuviera dispuesta a eso, así que la chica me vendió un bralette negro, un bralette es un brassier con más encajes y casi que transparente. Para la parte de abajo le compre una falda gris corta y una tanga brasilera negra que hacia juego con el bralette. El día esperado llego y necesitaba cuadrar con mi nuevo amigo y no sabia si él podría y si queria hacerlo con nosotros, además que nunca le había hablado e invitarlo a otra ciudad, no sé si lo haría. Fui al gimnasio, lo busque y con la excusa de que quería plantearle un negocio lo saque del lugar, di muchas vueltas para decirlo pero al final de dije. El tipo me miro y escucho mi plan, me dijo que ese era su trabajo y que el estaba dispuesto, no gratis, el tipo me cobro cierto dinero, me mostro algunas fotos de el y me dijo que fuéramos al baño para que viera lo que el ofrecía, no soy gay y me daba pena, pero acepte, quería mis cuernos al precio que fuera. Al llegar al baño el tipo se bajo un poco me mostro su herramienta, pero la vi de reojo, me dio mucha pena, pero se veía gruesa, y depilada, así que cuadre con el y le di solo lo de los viáticos para que el nos esperara en la ciudad elegida. A todas estas mi esposa aun no sabía mis planes.
Llego el momento y nos fuimos a la otra ciudad, ella me decía en el camino que tenia pena, que la gente iba a pensar mal de ella, muchas cosas. Yo la tranquilice y le dije que todo lo que sucediera era entre nosotros, al llegar fuimos a un hotel y ella empezó a ducharse y a colocarse linda, algo que no había mencionado fue que contacte por redes un estilista para que la maquillara, la peinara y le arreglara las uñas, quería que la noche fuera perfecta y ella brillara, el estilista llego le arreglo el cabello, la maquillo, le arreglo las uñas y incluso le coloco unas cremas en la piel que se la coloco mas bonita brillante y olorosa, me gusto que por donde uno se acercara mi mujer olía delicioso. Ya estaba lista y se coloco las prendas que le compre, no lo podía creer se veía hermosa y extremadamente puta.
Nos fuimos a un bar pequeño cerca de una playa y empezamos a tomar, la verdad la música no nos gustó así que salimos a caminar a mirar donde podíamos seguir con la rumba, en el camino los hombres la miraban y hasta algunos se atrevían a enamorarla delante de mí, eso me subió la excitación y así que saque mi teléfono y llame a nuestro amigo del gimnasio, el cual se iba convertir en nuestro corneador. Le dije donde estaríamos que llegara y se sentara en otra parte, no quería presionarla, pero quería ver su reacción. El lugar que llegamos es un lugar al aire libre frente de la playa, tenía varias mesas había un conjunto musical callejero que por unos billetes le cantaba a un grupo de personas, esto nos emocionó y tomamos muchas copas, ella se le noto que le gustaba el ambiente y cantaba todas las canciones, cuando ve ingresar nuestro amigo su risa cambio, bajo la cabeza y me dijo:
– Esto no es una casualidad, tú lo planeaste, yo nunca pedí esto, pero si eres tu el que lo quieres pues es decisión tuya, lo que pase es tu responsabilidad.
La conversación cambio, estaba más callada y pensativa. Le dije que se relajara y que los disfrutáramos que además era yo el que lo deseaba. Pasaban las horas el chico seguía en la otra mesa tomando cerveza solo y miraba de vez en cuando hasta donde nosotros estábamos, yo me levante, me acerque a él y le dije sácala a bailar. El no lo dudo se acerco a ella y se colocaron a bailar, fue algo morboso, yo sabia que ese era nuestro primer corneador y que algo sucedería esa noche. Bailaron más de 3 canciones, hablaban poco y cuando ella se sentó me dijo que el no hablaba mucho y que si yo estaba eguro. Yo le dije que sí, que nos fuéramos al hotel a seguir tomando con nuestro amigo, al llegar él estaba en el mismo hotel así que no colocaron problemas, subimos al ascensor y llegamos a la habitación, pedimos algo más de licor. Él se mostró muy controlado y tranquilo, él decía que solo pasaría lo que nosotros quisiéramos, Edgar así se llama nuestro corneador era muy sobrado, muy creído y me dijo si quieres que monte a tu perra tu mismo me la tienes que entregar. Ella al escuchar me miro, yo la abrace, la bese y empecé a consentirla, ella estaba en mis brazos mientras el estaba sentado mirando, ella estaba tensa así que yo empecé quitándole la blusa y quitándole su falda, el miro y asintió con la cabeza, ella se bajo de sus tacones y yo mismo la desnude y la lleve hasta su silla para que el la hiciera suya, al tenerla cerca lo primero que hizo fue que la nalgueo, le pego duro en la nalga que se le coloco roja de una, ella lanzo un gemido de dolor y el le dijo mira que es tu marido el que te entrega a mí, ella me miro y bajo la cabeza. El empezó a acariciarla, ella seguía algo tensa, pero el se tomaba más confianza, sabía que iba a penetrar a una puta casi que nueva y bien cuidada, yo me senté en una silla y me dispuse a ver el espectáculo, no lo podía creer y quería que ese momento durara por siempre, mi pene estaba erecto y mis ojos concentrados en lo que estaba por pasar, el me mira y sonríe, pide a ella que le bájela sudadera que tenia puesta, ya él se había quitado zapatos y camiseta, cuando ella lo baja para nuestra sorpresa no usaba pantaloncillos, y casi de inmediato salió una verga gruesa, grande y con unos huevos enormes, nada que ver con la mía, la de el aun estaba dormida y ya era mas grande que mi pene, la verdad vi que la mirada de mi esposa cambio por una mirada de excitación, el empezó a besarla, a chuparle los senos, luego la tiro en la cama como si fuera un utensilio viejo y la halo por las piernas y llevo la vagina de mi esposa hasta su boca, mi esposa me miraba con una cara de no lo puedo creer y al solo le crecía mas esa verga, una verga de macho no como la mía que viendo la de él, la mía solo sirve para mear. Era una verga cabezona, se le marcaban las venas y se veía como un gran trozo de carne.
El continuo, así como 10 minutos mi esposa agarraba la sabana con sus manos delicadas y se retorcía de placer, se veía que le gustaba, en ese momento ella le dice basta, quiero verga, dame verga, el me mira y dice cornudo, trae el condón y pónmelo, la verdad no estaba en mis cabales, fui directo a cumplir su orden, mi esposa solo miraba y me dijo: esto era lo que querías, entonces disfrútalo. El condón casi que no le cabe me toco hacer fuerza para hacerlo rodar y cuando le tocaba el pene se sentía duro como una roca y las venas palpitaban haciéndolo vibrar, no sé porque lo hice pero al terminar también le toque los huevos, estaban pesados y se veía que lo que venía era bastante semen, me fui a mi silla a seguir viendo el espectáculo, mi esposa se colocó en cuatro y el le pregunta, como quieres que te de verga, suave o duro, ella solo responde como tu quieras, el dijo pues agárrate, así fue solo al comienzo la penetro despacio, mi esposa abría la boca como ahogando un grito que no salió, pero que trataba de controlar, esa verga le estaba abriendo toda su vagina, ella pidió que se aguantara un poco mientras se adaptaba a su verga y luego de un rato le dice ábreme esa vagina muéstrame lo que es un macho de verdad, él se empezaba a mover, sus huevos pegaban en la vagina de mi esposa y ella tenia unos gemido que no le había escuchado nunca, era una mezcla de dolor y placer por lo que veía, el al comienzo le dio suave hasta que tomo confianza y empezó a darle duro, ya el cuarto se escuchaba el golpe de los huevos de nuestro corneador en la vagina de mi mujer, sus gemidos con mezcla de grito salían más fuertes, tengo que aceptarlo, yo no aguante y ya sin tocarme me había venido, hay se me bajo la excitación y empecé a ver esa escena con otros ojos, era mi mujer, yo que había hecho, le entregue a mi esposa a un tipo le estaba dando durísimo y que no le importaba su dolor, yo ingenuamente le pregunte a ella si querían que parara, estaba dispuesto a intervenir pero su respuesta fue no, quiero que me llene mi vagina de leche, me gusta mi amor, me siento llena de una gran verga, yo al verla así en cuatro con su culo levantado y su cabeza boca abajo, roja porque cuando se excita sus senos se colocan rojos, me acerque y le di un beso, acariciaba su rostro y recogía su cabello, le di mucho amor para que viera que la respaldaba y que mi amor era incondicional, mientras este hombre quería partirle su vagina, yo solo quería cuidarla.
De repente la veo a ella doblarse y casi que gritando me dice te amo y suelta un chorro en su vagina que nunca había visto, este hombre en la primera montada logro que tuviera un squirt, el cual yo en los 14 años de matrimonio no lo había logrado. Este tipo no se venía y continuaba dándole por la vagina a mi mujer sin parar, mi esposa no para de venirse y levantaba mas el culo para que le dieran más a fondo, cuando miro a Edgar seguía tranquilo y ni señal de querer venirse. El le dio vuelta a mi esposa, la coloco boca arriba, al borde de la cama y coloco sus piernas en sus hombros y siguió con su faena, yo mientras tanto seguía dándole ánimos a mi esposa, acariciándola, besándola y agarrados de manos, no se ustedes que piensen pero para mí fue muy romántico y hasta una prueba de mi amor a ella, ya llevaba bastante tiempo dándole a un ritmo que de verdad yo no podría mantener cuando veo su cara y vimos que estaba a punto de llegarse, lo que hizo fue que lo hacía más duro contra la vagina de mi mujer, cuando suelta un grito de placer y me dices hay tienes cornudo, ya nació tu nueva zorra, algo que destaco de Edgar nuestro cornudo, es que sabe cual es su papel, el no trato de enamorar a mi esposa, el nunca le dijo alguna palabra tierna a mi mujer siempre que dirigía a ella de manera respetuosa en la y ya en el cuarto no la bajaba de zorra y perra, eso nos gustó muchísimo de él, bueno volviendo al tema al terminar me dice, quítame el condón aquí esta lo que tu mujer saco, al ver su pene un poco ya más flácido se ve cargado de leche y el condón anchísimo, jamás a mí un condón me había quedado así, era una bolsa grande con bastante semen.
El fue a lavarse al baño y me dejo solo con mi esposa y el condón yo tome esa leche y se la regué en sus tetas, ella no decía nada y al sentarse me dijo que se sentía extraña, algo rara y que estaba goteando algo, me dice revísame, cuando voy a su vagina veo que no se cerraba por completo y que aún seguía escurriendo sus flujos, en la entrada había algo de sangre pero no era su periodo, sino maltrato de semejante mástil de carne que le entro en ese agujerito que no se le daba el uso correcto, no aguante más y con mi lengua baje a hacerle un delicioso oral, pasaba mi lengua y en los bordes su entrada a la vagina limpiaba con cariño el maltrato del que había sido sometida y como buen cornudo y marido por 14 años se donde está su punto débil, fui directamente al clítoris e hice lo que a ella le gusta, otra vez empezó a bajar flujo, el cual no deje ni una gota, lo deje bien limpio como el cornudo que ya era.
Pensé que ya había acabado todo, pedí unas cervezas y le brinde a Edgar una para que se refrescara y se pudiera ir del cuarto, quería quedarme con ella solo para consentirla y darle mas besos, pero esa no era la idea de mi mujer y mucho menos la de Edgar, nos tomamos las cervezas y mi mujer se levanto y se colocó su tanga brasilera, se sentó al lado mío en un sofá y empezó a acariciarme mi pene sin importar que Edgar estuviera viéndonos, me saco mi pene y empezó a chuparlo, yo me baje mis pantalones y Edgar le dijo sácale la leche perra, ella obedeció a nuestro corneador y se afano a hacerlo, yo estaba un poco desconcentrado, mi mujer me chupaba mis huevitos , cuando Edgar se saca otra vez su verga y estaba gigante y lista para una segunda tanda, él se acerca a mí me dice colócame el condón que esta perra hay que darle y tu no tienes la verga para eso, así que se lo coloque, ella estaba en cuatro chupándome la verga a mi y con su culo expuesto, Edgar no se tomó el tiempo de quitar su tanga sino que la rodo a un lado y le empezó a darle verga, ella gritaba pero como tenia mi pene en la boca, parecía el grito de una persona amordazada, yo tenía el espectáculo frente a mí, sus nalgas se movían con fuerza amortiguando las embestidas que nos daba nuestros macho, nuestro corneador.
Yo ya no aguantaba, así que me relaje y solté mi semen, era la primera vez que me venia en su boca, sabia que no le gustaba, pero en ese momento me deje llevar y lo hice, ella me miro con cara de perra y con la boca llena de mi semen se levantó un poco para buscar mi boca y besarme, lo hizo con lengua, pero pasándome casi que todo el semen a mí, fue delicioso, me quede frente de ella esperando que Edgar terminara cuando el le dice sino se le para, comételo tú, no entendí pero parce que mi esposa sí, me dijo ponme tu penecito en la cara amor, yo obedecí y ella me chupaba, se me quería parar pero ya no con las mismas ganas, es mas ya quería que todo terminara, ella me chupaba y acariciaba los huevos, cuando me pide que abra un poco las piernas, su mano bajo un poco más y supe cual era su destino, un dedo de ella ingreso en mi ano, eso me revivió y mi pene se puso duro, quería yo hacerle el amor quería quitar a Edgar pero él estaba adueñado de la vagina de mi mujer, me toco espera bastante tiempo cuando de repente Edgar empieza a venirse y a decirme que nosotros éramos de él, que él era nuestro marido. Edgar se vino, nuevamente me toco quitarle el condón, se limpió, se metió al baño se dio una ducha y salió cambiado, se despidió y ninguno de los 2 le dijo más nada, obviamente debía pagarle lo acordado y se retiró. yo nuevamente la abrace la acaricie le dije lo mucho que la amo y que nunca la voy a dejar, nos fuimos a la cama y en la posición de misionero y mirándonos con mucho amor y en un orgasmo simultaneo nos vinimos y nos quedamos dormidos.
Al día siguiente nos bañamos juntos, fuimos a desayunar juntos y nos fuimos dar un baño en la playa, nuestro amor renació, yo me sentía orgulloso de ella y con mas ganas de cuidarla, la amo más, siento que es mi media naranja en todo y ella la veo más enamorada y contenta de estar a mi lado. Edgar es un caballero, solo saluda a lo lejos, no llama, no molesta y no comenta con nadie lo que paso. Queremos repetir con él, que él sea nuestro corneador base, por su verga y por su discreción. Estamos esperando la oportunidad de repetir, Edgar dice que quiere meterle cosas nuevas y diferentes, Edgar es abierto y se mide a cualquier plan. En otros relatos le contare mas de esto que apenas comienza.