Hola, mi nombre es Laura, tengo 18 años y soy una chava normal, no soy la mas hermosa ni tampoco la mas buena; soy una chica normal, delgada, piel blanca, de 1.65 de estatura con unas tetas pequeñas pero firmes y un culo precioso que es mi orgullo.
Esta historia ocurrió hace 2 meses, actualmente vivo en México DF y tengo un novio que se llama Roberto, el es alto y guapo, va al gimnasio y esta bastante bien; con el que llevo casi dos años de relación y obviamente ya he tenido relaciones con el por lo que ya no había ninguna retracción en lo que podíamos hacernos entre nosotros.
Roberto y yo acudíamos a la misma preparatoria y teníamos bastantes amigos en común, sin embargo la mayoría vivían un poco lejos de nosotros ya que nosotros vivimos cerca del palacio de los deportes y ellos por el sur, por Xochimilco, por lo que era muy común encontrarnos con ellos en la entrada del metro Taxqueña y de ahí irnos a algún bar o alguna fiesta.
Por lo general solo íbamos Roberto y yo en el metro, sin embargo, recientemente nos hicimos amigo de un chavo llamado Juan, el era alto, delgado, moreno y con unos ojos preciosos, la verdad es que me gustaba mucho el chavo, pero yo no soy de esas que engañan al novio, bueno, hasta ese momento jamás lo había sido.
Juan era de nuestra misma edad y se integro muy bien con nuestra bolita de amigos y pronto ya salíamos todos junto con Juan que a diferencia de nuestros amigos vivía muy cerca de nosotros por lo que nos íbamos con el en el metro.
Se acercaba el cumpleaños de uno de nuestros amigos y para festejar decidimos ir a un bar, el camino fue normal con Roberto, Juan y yo platicando de la escuela, de los exámenes y de cosas sin importancia, cuando llegamos nuestros amigos ya estaban esperándonos y tomamos un taxi hacia el bar.
Para festejar ordenamos varias bebidas y cuando se terminaron ordenamos mas y así hasta que la mayoría ya andaban un poco mareaditos incluyendo mi novio al que le encantaba tomar. Yo si había tomado algo pero ni siquiera estaba mareada y Juan estaba happy pero en general bien.
Todo iba bien hasta que mi novio se empezó a sentir un poco mal y varios de sus amigos lo llevaron al baño para que se calmara un poco, yo no me preocupe porque no era la primera vez que sucedía algo parecido y por lo general regresaban después de media hora ya con mi novio u poco recuperado.
Mientras esperaba a mi novio, mis amigas fueron a coquetear con unos chicos que habían estado mirando desde que llegaron y en la mesa me quede sola con Juan.
Estábamos platicando y el se fue acercando hacia mi hasta que quedamos pegados, comenzó a hablar de otra forma, de esa forma que usan los hombres para coquetear y puso su brazo alrededor de mi cuerpo, se acerco a mi oreja y comenzó a susurrarme al oído
Sabes Laura? Me encantas, estas buenísima
Yo me estremecí al sentirlo tan cerca de mi y escucharlo decir que le gustaba, como ya les dije, Juan me encantaba, me gustaba y en mas de una ocasión me había masturbado imaginándome con el, sin embargo lo intente alejar un poco porque como dije, no soy de las que engañan.
Pero el no se alejo, al contrario se acerco de nuevo a mi oreja y me dijo
Me encanta tu culo
Yo no lo podía creer, Juan, mi amigo, me estaba coqueteando y sin ningún tipo de recato me había confesado que le gustaba y pero aun me había dicho que le gustaba mi culo.
En una situación normal, Juan se habría ganado una buena bofetada y tal vez una pelea con mi novio pero por el contrario, ese comentario me calentó bastante y esta vez no lo aleje y lo que paso después fue increíble
Juan se acerco de nuevo a mi oreja pero esta vez no dijo nada, sentí su lengua en mi oreja y su mano comenzó a acariciar mi culo.
Yo estaba tan caliente que no podía alejarlo, deseba que me tocara y lo deje hacerlo
El noto que yo no ponía resistencia y su otra mano fue hacia mis tetas, el me acariciaba, me las masajeaba y yo estaba gozando de lo lindo, el se alejo un poco y dejo de tocarme y me susurro
que hermosas tetas tienes pero sabes que ?
Yo estaba tan cachonda que mi respuesta fue un «que?» acompañado de un pequeño gemido que le confirmo que cualquier cosa que me propusiera yo la aceptaría sin importar que fuera.
me gustaría meterte el dedo en tu vagina, te gustaría eso?
siiiiii- ese si fue un si tan cachondo que el no lo pensó dos veces
Su mano fue hacia mi pantalón y me lo desabrocho, me bajo el sierre y metió su mano, me acaricio por encima de mis braguitas que estaban completamente húmedas y en eso escucho a una de mis amigas gritándome
Volteo rápidamente y veo a mi novio saliendo del baño con sus amigos, Juan lo ve también y rápidamente se separa de mi, yo como puedo me arreglo, me abrocho el pantalón y le lanzo una mirada de complicidad a Juan y salgo corriendo con Roberto.
Mis amigos me dijeron que se sentía muy mal y que lo mejor era que lo lleváramos a su casa y así lo hicimos, lo llevamos y luego todos me acompañaron a mi casa y pensé que Juan intentaría darme un beso o algo pero al despedirme de el no intento nada.
Cuando me acosté a dormir recordé lo ocurrido y no me sentía culpable, al contrario, estaba excitada con lo ocurrido, no podía creer que Juan me hubiera tocado y yo lo hubiera dejado sin oponer ningún tipo de resistencia.
Recordé como metía la mano en mi pantalón, recordé que estaba muy mojada y lamente que no hubiera tenido mas tiempo para hacer mas cosas; sin darme cuenta ya me haba calentado de nuevo y baje mis braguitas mojadas y me masturbe pensando en Juan y en nuestro encuentro y acabe con un orgasmo delicioso.
El lunes siguiente me sentí rara, iba a ver a Juan por primera vez desde nuestro encuentro y no sabia como iba a reaccionar así que decidí evitarlo por un tiempo.
Lo evite varios días pero finalmente me lo encontré, el me dijo que quería hablar conmigo
Oye Laura, lo del otro día….
Se notaba que le daba pena hablar de ello
… este, perdón por lo que paso, el alcohol debió afectarme o algo
Yo le conteste que no se preocupara que no había hecho nada que yo no quisiera así que no había por que sentirse mal y mucho menos pedirme perdón sin embargo le dije que no volvería a pasar porque a pesar de que me había gustado, yo estaba con Roberto y no podía traicionarlo así.
El se sorprendió por mi respuesta y no por la parte de que no volvería a pasar y me dijo?
te gusto? De verdad?
Yo le dije que si, que me había encantado pero que no pasaría de nuevo, el asintió con la cabeza, me abrazo y nos fuimos cada quien a su clase.
Después de la pequeña platica que tuve con Juan, las cosas se tranquilizaron y ni el ni yo intentamos repetir lo ocurrido en el bar.
Sin embargo el encuentro que tuve con Juan permaneció en mi mente por varias semanas y muchos orgasmos nocturnos eran dedicados a Juan.
Así transcurrieron varias semanas sin que ocurriera nada fuera de lo normal y el encuentro con Juan comenzaba a ser olvidado de mi mente hasta que un viernes acordamos que todos iríamos al cine sin embargo mi novio o iba a poder pasar por mi ya que tenia que quedarse en la escuela hasta tarde porque tenia que terminar un trabajo y nos alcanzaría en el cine.
Ante esto, yo dije que no iba porque la verdad es que me da mucho miedo irme sola en el metro pero Juan apareció y me dijo que el pasaría por mi aprovechando que vivía bastante cerca de mi casa.
Todos estuvimos de acuerdo y así quedo el plan.
La semana paso de lo mas normal y finalmente llego el día y Juan llego a mi casa puntualmente y al abrir la puerta lo vi bastante guapo, con una camisa negra que lo hacia ver bastante bien.
Por otro lado, Juan se sorprendió al verme tan sexy y es que iba bastante provocadora pero no para el sino para mi novio, yo iba con una blusa negra ajustada y un bra que hacia resaltar mis senos y una minifalda que apenas cubría por completo mi culo y unas braguitas muy provocadoras.
Juan al verme me dijo:
Wow Laura que bien te ves!
Yo le sonreí y le conteste que el también se veía bastante bien.
Durante el camino íbamos platicando y el no paraba de decirme lo bien que me veia, lo sexy que iba y lo mucho que le gustaba.
De repente Juan me dijo:
Que lastima que tu novio no pudo pasar por ti verdad?
Esto lo dijo con un tono sarcástico muy evidente y con esto se me vinieron a la mente imágenes de aquel encuentro en el bar y con todos los comentarios que había estado haciendo sobre lo bien que me veía, yo ya empezaba a calentarme y le conteste con el mismo tono sarcástico que el:
Si, verdad
Seguimos caminando y Juan seguía con sus comentarios que cada vez me gustaban mas incluso me tomo de la mano y así fuimos todo el camino.
Cuando estábamos a punto de llegar al metro Juan se detuvo, yo me voltee a ver que le pasaba y al voltear, el me da un beso en la boca, yo me quede como en shock y no le dije nada y seguimos hasta el metro.
Entramos y mientras esperábamos que llegara el metro, Juan se coloco detrás de mi y me abrazo, yo de nuevo no le dije nada y el me volteo y me volvió a besar pero esta vez lo hizo introduciendo su lengua en mi boca.
Yo le respondí el beso inconscientemente y así estuvimos hasta que llego el metro.
El metro iba bastante lleno, común en viernes, y todos íbamos bastante apretados, Juan se coloco detrás mió y me abrazo.
A lo largo del viaje pude notar que Juan la tenia tiesa porque me daba unos arrimones bastante obvio pero se justificaba diciendo que era por el movimiento del metro, como fuera a mi degustaba y me pegaba mas a el para sentir mas su verga en mi culo.
Yo ya estaba bastante caliente y muy mojada y Juan lo sabia, no se como pero lo sabia porque su siguiente paso fue poner sus manos sobre mi espalda y lentamente las fue bajando hasta mi culo.
De nuevo me decía al oído que ya no aguantaba, que quería cojerme, que quería meterme el dedo y hacerme su puta.
Yo ante esto me excité mas, sus manos ya estaban dentro de mi falda y masajeaba mis nalgas directamente, yo solo soltaba pequeños gemidos y lo dejaba hacer.
Lo siguiente que pude sentir fue los dedos de Juan apartando mi braguita y acariciando mi ano, yo podía sentir su dedo en mi entrada y deseaba que me lo metiera ahí mismo pero el no lo hacia, solo me tocaba.
Su mano siguió bajando hasta mi vagina y noto que estaba empapada y me metió el dedo, al sentirlo dentro de mi, me calenté de una forma increíble sin embargo sus movimientos eran lentos ya que le costaba trabajo meterme el dedo en esa posición.
El se separo de mi, yo pensé que todo había acabado pero me sorprendí al ver que intentaba bajarme mis braguitas, yo se lo impedí poniendo mis manos y agarrándomelas pero justo el metro se detuvo y tuve que agarrarme del tuvo para no caerme y fue un momento que el aprovecho para bajármelas.
Rápidamente se agacho y las recogió, me las presumió y las olio, me dijo que estaban empapadas y se las guardo.
Yo no le dije nada y el bajo su mano de nuevo y metió su dedo en mi vagina, esta vez lo hacia mas rápido y yo estaba gozando, tenia que hacer un esfuerzo increíble para no gemir porque si lo hacia todo el mundo se iba a dar cuenta de lo que ocurría ahí y yo no quería eso así que me contuve.
Así fue todo el camino, conmigo abierta de piernas y e dedo de Juan en mi vagina, tuve un orgasmo increíble y para no gritar me voltee rápidamente y lo bese apasionadamente.
Finalmente llegamos y al bajarme del metro me di cuenta que todas mis piernas estaban empapadas, le dije a Juan que me esperaba mientras iba a limpiarme pero el me detuvo y me pidió que no lo hiciera, que así le gustaba y no porque pero acepte y ni siquiera le pedí mis braguitas.
Cuando salimos de la estación, nuestros amigos ya estaban ahí y nos fuimos con ellos; cuando llegamos al cine mi novio ya estaba ahí y me recibió con un beso.
Compramos los boletos pero cuando entramos la sala estaba llena por lo que tuvimos que separarnos y mi novio encontró lugares para nosotros en una de las esquinas superiores de la sala.
Yo estaba súper caliente por lo ocurrido en el metro que no vi nada de la película y en cambio me divertí un rato con mi novio al que deja bastante caliente.
Cuando termino la película fuimos todos a tomar algo a un bar cercano y como ya se hacia tarde decidimos irnos. Juan se vino con nosotros con el pretexto de que si no lo hacia se iba a tener que ir solo.
Mi novio no se quejo y nos fuimos los tres.
Llegamos al metro y seguía totalmente lleno, nos subimos y recordé lo que había pasado ahí hace apenas unas horas pero pensé que Juan ni lo intentaría con mi novio ahí pero que equivocada estaba.
Sentí su mana tocándome el culo y lo intente apartar, no quería problemas con mi novio pero el insistía, sabia que no lo iba a poder parar así que mejor me concentre en distraer a mi novio y a gozar las caricias de Juan.
El dedo de Juan de nuevo estaba dentro de mi vagina y yo estaba a mil. Mi novio ni cuenta se daba de lo que ocurría.
Yo pensaba en la situación y me ponía más cachonda. Pensaba en mi novio, lo veía, tranquilo y despreocupado mientras a su princesa le estaban metiendo el dedo por segunda vez en el día y el pobre ni en cuenta.
Así fue todo el camino que se me hizo muy corto, con Juan masturbándome y mi novio ni en cuenta.
Finalmente llegamos y Juan se separo de mi y salimos de la estación con rumbo a mi casa. Cuando llegamos Juan se despidió y me dijo al oído que se la había pasado muy bien y que mis braguitas las usaría para unas buenas pajas, me dijo que haber si repetíamos lo ocurrido y yo le conteste que claro que lo haríamos.
Mi novio no escucho nada y me quede a solas con el.
Por lo ocurrido en el cine el ya andaba muy caliente y por lo ocurrido en el metro yo andaba desesperada por sexo.
Así que en cuento Juan se fue, Roberto y yo entramos a mi casa y ahí mismo en la entrada le baje el pantalón y le saque la verga que la tenia tiesa. El me subió la falda y se sorprendió que no trajera braguitas pero no hizo ningún comentario.
Me la clavo de un solo intento y en menos de dos minutos me provoco un orgasmo durante el cual no pude contenerme mas y grite como una puta, suerte que no había nadie en mi casa porque hubieran escuchado todo.
El no tarde en correrse llenándome mi vagina de su leche.
Me despedí de el y subí a mi cuarto, me acosté en la cama y pensé en lo que había ocurrido, en como Juan me había metido el dedo en frente de mi novio y lo mucho que me había gustado.
Mire mis muslos y estaban escurriendo la leche de Roberto y mis flujos provocados por Juan, pensé en el y me lo imagine masturbándose con mis bragas.
Los encuentros con Juan se hicieron constantes e incluso tenemos relaciones, le verdad es que me encanta como me coje, pero solo es eso, sexo.
Creo que si soy una puta pero la verdad me encanta serlo. Yo sigo con mi novio y el ni sospecha que otro se la clava a su princesa. Espero que jamás se entere y espero que pueda seguir gozando con Juan como lo hago actualmente.