Como ya he explicado otras veces mis relatos son experiencias que me sucedieron hace varios años, en algunos casos muchos años, esta sucedió una vez que la hermana, de mi marido nos llamó para decirnos que su hijo debía de pasar por motivos de trabajo unos días en la ciudad donde vivimos, nos dijo que si para nosotros era molestia, se quedaría en alguna pensión, yo le dije que no era necesario, que estaríamos encantados de recibirle, aunque la verdad era que yo pensaba que el chico podría estropearme, o al menos estorbar en mis aventuras sexuales.
El día indicado fuimos a buscarle a la estación y allí me llevé mi primera sorpresa, cuando el apareció me di cuenta de que el chico que yo recordaba como un niño se había transformado en un hombre, un yogurin de unos veinte años, y bastante potable, esto hizo varias mi visión del asunto, en vez de ser un obstáculo para mis aventuras, igual podía ser uno de los protagonistas de estas.
Le dejé unos días para que se aclimatara, pero mis ganas de follarmele se incrementaban día a día, así que decidí pasar a la acción, le dije al cornudo de mi marido que no quería que apareciera por casa hasta la hora de la cena. Me vestí con unos jeans muy ajustados y una blusa muy escotada y me fui a su cuarto.
Él estaba en una silla oyendo música en un radiocasete, le di un beso en la mejilla y le dije:
-Hola venía a ver como estas, ya sabes estas en tu casa, quiero que te encuentres a gusto.
Me dijo que lo estaba, me fije en su bulto y vi que estaba creciendo, llevé mi mano hacia él y se lo acaricie mientras le decía:
-Cariño, ¿Echas de menos a alguna chica?
Él se puso nervioso, yo le dije:
-Cariño es normal eres un chico joven y potente normal que tu polla quiera guerra, y ya que no conoces a ninguna chica por aquí tu tía te va a ayudar, vi la inseguridad en su rostro y añadí, tranquilo cariño, será nuestro secreto, tu tío no se va a enterar.
Le pedí que se pusiera de pie apoyado en la pared y le baje los pantalones y los calzoncillos, ante mí apareció una polla de un cierto tamaño, desde luego mayor que la de su tio, llevé una de mis manos hacia ella y comience a moverla arriba y abajo mientras le preguntaba sobre su vida sexual, el me contestaba sin dejar de mirar mis tetas, estuve un raro masturbándole, en un momento me agaché, e hice como que se a iba a chupar, pero de momento no era mi intención quería hacerme de rogar un poco, seguí masturbándole, hasta que le dije:
-Túmbate encima de la cama, para estar más cómodo. Además, te mereces un premio
Quizás pensaba que el premio iba a ser follar conmigo, y más cuando me desabroche la blusa y mis tetas quedaron al aire, por supuesto no me había puesto un sujetador, note como sus ojos se fijaron aún más en mis tetas, nuevamente llevé mi mano hasta su polla y continue masturbándole, la verdad es que verle en este estado me daba pena, pero a la vez me producía mucho morbo.
Así que continue con mi masturbación notaba como su excitación iba en aumento, ¿Se pensaría el que al final le iba a dejar meterla por alguno de mis agujeros?, pero yo había decidido hacerme esperar, así que le ordené ponerse de pie, mientras yo me sentaba, cuando lo hizo seguí masturbándole, poniendo mis tetas cerca de su polla y cuando se corrió su leche fue a parar a mis pechos.
Al día siguiente cuando el sobrino de mi marido se levantó, me pilló en la cocina terminando de preparar el desayuno, ese día me había puesto un vestido blanco con un escote muy amplio, que dejaba a la vista buena parte de mis tetas, cuando el me vio, recién levantado, después de darme un beso formal, y un buenos días, tía, se fijó inmediatamente en mi escote, yo al notarlo, le die:
-¿Qué te pasa sobrino?, ¿Mis tetas te han puesto caliente?
No le dejé reaccionar, llevé mis manos hacia su pantalón y se lo bajé junto con os calzoncillos, si polla quedó al aire y, efectivamente estaba bien empalmada, en ese momento le dije:
-Sobrino, creo que tu polla necesita un tratamiento especial.
Me arrodillé, me metí su miembro en mi boca y comencé a chupársela, el al sentirlo comenzó a gemir, mientras me decía cosas como:
-Tía que bien la chupas, me vas a volver loco.
Era eso lo que yo quería, volverle loco de placer, hacerle adicto a mi persona y tenerle dominado. Seguí chupándosela un rato, siempre procurando que no se corriera, cuando veía que estaba cerca de hacerlo, paraba, dejaba que se cámara y luego continuaba con el tratamiento.
Esto fue hasta que me cansé de estar de rodillas, entonces me puse de pue y le pedí que hiciera los mismo. El ese momento é se encontraba vestido con una camiseta, pero con nada de cintura para abajo, mientras yo, pese a la generosidad de mi escote me encontraba completamente vestida.
Me separé la bata de andar por casa, y dejé al aire mi ropa interior, llevaba un tanga diminuto, con un liguero, era parte de mi plan para tenerle caliente y sometido a mi voluntad, en ese momento le dije:
-Sobrino, yo me he puesto de rodillas ante ti y te he chupado la polla ahora te toca a ti devolvérmelo.
El primero llevó una de sus manos hacia mi tanga y se puso a acariciarme el coño por encima del tanga, yo queriendo ser la dura de la relación le dije:
-Sobrino, se te nota que no tienes experiencia acariciando coños, menos mal que estoy yo aquí para enseñarte.
Bueno no es que tuviera mucha práctica acariciando coños, pero se le notaba que un poco si que sabía, pero tampoco era virgen, Después de un rato en esta postura le ordené ponerse de rodillas a te mí, obedeció sin rechistar y cuando lo hizo aparte , con una de mis manos, mi tanga del agujero de mi coño, dejándole al aire, para la ocasión me había preparado con una depilación total, y le ordené:
-Cómeme el coño.
Él se estaba acostumbrando a obedecer, así que arrimó su cabeza a mi coño, y sacando su lengua procedió a comerme el coño. Como había pasado anteriormente, no es que fuera un comedor excepcional, pero se le notaba que lo había hecho algunas veces., su lengua comenzó a explorar mi coño, y yo comencé a gemir, desde luego me lo habían comido mucho mejor, pero se podría considerar pasable, el oyéndome se emocionó y me dijo:
-Tía lo debo de estar haciendo bien.
No podía dejar que se me subiera a las barbas, así que le dije:
-Eres el que peor me lo ha comido, estoy fingiendo los gemidos para darte ánimos.
El no pareció comprender mis palabras y siguió comiéndome el coño, du lengua daba con los puntos de mi coño que me producían mayor placer, y al final, en contra de mi voluntad, me corrí, tras calmarme me pensé que hacer en esta situación, y me decidí, le dije:
-Para ser un principiante no está mal, te daré el premio superior túmbate en el suelo
Él lo hizo rápidamente, sin duda pensaba que yo me iba a entregar a él en ese momento, pero no era ese mi plan me agaché y me puse a cuatro patas llevé mi boca hasta su polla, que seguía durísima, me puse a chupársela un rato, a medida que mi lengua se ocupaba de su polla, que me daba miedo de que reventara en cualquier momento, así que una vez que me corrí, le dije:
-Hoy me pillas generosa, pero no creas que todos los días van a ser así.
Me quité el tanga dejando mi coño al aire, cogí su polla con mi mano y la acerqué hasta la entrada de mi coño, él al sentirlo dijo:
-Tía ¿Por fin me vas a dejar meter mi polla en tu coño?
Yo me reí y le dije:
-Cariño, voy a ser yo quien utilice tu polla, ya veremos lo que hago, por supuesto que va a ser lo que me apetezca.
Tras esta declaración de intenciones fui acercando su polla a mi coño, y poco a poco la introduje en mi interior, pero antes de metérmela más le dije:
-Sobrino tengo ganas de que me chupes las tetas, de cómo lo hagas depende que me meta tu polla hasta dentro, si eres l bastante hombre lamiéndome las tetas, o que la saqué si veo que eres un niñato que no sabe hacer nada.
Parece que él se moría de ganas de que su polla entrara en el interior de mi coño, así que cuando acerqué uno de mis pezones a su boca, él sacó su lengua y procedió a lamérmelo, se le notaba el miedo a fracasar, tenía mi coño al, alcance de su polla, y quedarse sin probarlo para él constituía un auténtico fracaso, yo lo sabía y le mantenía en la incertidumbre, hasta que al cabo de un rato le dije:
-Hijo, esto apenas esta pasable, pero hoy me pilla generosa,
Me incorporé y comencé a cabalgarle, mientras le decía:
-Venga inútil de mierda, demuéstrame que no me he equivocado al dejarte metérmela en mi coño.
Mientras yo seguía montándole, no sé si era el elemento sado-maso de la relación, pero lo cierto es que estaba disfrutando muchísimo, mientras le cabalgaba le pedí:
-So inútil, cuanto te pareces al cornudo de tu tío, quero que me chupes las tetas.
Arrimé mis pechos a su boca y el se puso a chupármelos, sin ser un mamador de campeonato, tampoco es que fuera un desastre, me comenzó a chupar las tetas, el parecía entusiasmado por ello, hasta que me decidí a cambiar de postura y le dije.
-Decididamente hoy me pillas generosa, quiero que te pongas encima de mí, y me folles.
Me bajé de encima de él, abrí bien mis piernas, él tembloroso, se puso encima de mí, no sé qué me daba más placer si sentir su polla, de mediano tamaño dentro de mí, o ver lo nervioso que estaba, jajajaja, el asunto es que le dejé hacer y me corrí, poco después, se corrió él también, cuando lo hizo le ordené ponerse de pie y le dije:
-Sobrino creo que has salido a tu tío, estáis hechos para ser unos cornudos y malos folladores, pero intentaré que mejores un poco los días que vas a estar por aquí, eso sí, que no se entere el cornudo de tu tío, no por mi que me da igual sino por ti.
Al día siguiente mi sobrino al parecer no tenía ningún compromiso temprano por lo que decidió quedarse un poco más en la cama, pero yo tenía mis propios planes, nada más salir mi marido de casa, me fui a su habitación, el parecía aún dormido, cuando le dije:
-Buenos días sobrino.
Con ello creo que terminé de despertarle, a continuación, aparté la ropa de cama que cubría su cuerpo y se quedó ante mí completamente desnudo:
-Vaya sobrino, así que duermes desnudo.
No le di tiempo a responder, me puse de rodillas en el suelo, cogí con mi mano su polla y se la acaricié, en ese momento le dije:
-Parece que tu pollita también ha despertado.
Comencé a acariciársela para ponérsela bien dura y después, sacando mi lengua de la boca me puse a pasarla a todo lo largo de su polla, después me desabroché la blusa, no me había puesto sujetador, dejando al aire mis tetas, el no dejaba de mirármelas, mientras seguía masturbando su polla, y le dije:
-Sobrinito, parece que estas de suerte, tengo ganas de meterme algo en el coño y es o tu pollita, o bien una zanahoria, y me ha dado pena de ti, y aunque no estoy segura de que da más placer me he decidido por ti.
Me quité la falda, por supuesto no me había puesto nada debajo, me subí a la cama, le ordené sujetar su polla con una de sus manos, yo me senté encima y fui bajando hasta que mi coño entro en contacto con su polla, comencé a moverme mientras le decía:
-Disfruta poco hombre, pocas veces, con esa polla tan ridícula que tienes vas a poder disfrutar de un coño como el de tu tía.
Mientras seguía moviéndome arriba y abajo y añadía:
-Ya puedes aprender a follar, porque si no, no te vas a comer ni un rosco.
Debo reconocer que ser una cabrona con él, igual que con su tío me ponía muy caliente.
Él llevó sus manos a mi culo y se puso a acariciármelo, me cansé de cabalgarle, así que me saqué su polla de mi coño y levantándome me coloqué sobre su boca, en ese momento le ordené:
-Cómele el coño a tu tía.
Mi sobrino, muy obediente, sacó su lengua y la introdujo dentro de mi sexo y se puso a darme lametadas, parecía que poco a poco iba aprendiendo, su lengua recorría mi coño, me estaba dando cierto gusto, cosa que delante de él trataba de disimular, pero él seguía con su lengua dentro de mí, y esa acción terminó por provocarme un orgasmo, no pude disimular, así que para quitarle méritos dije:
-Hoy me has pillado muy salida, no te creas que es que lo haces ni medianamente bien.
Su polla continuaba dura, y oye no venia nada mal echar un polvete para comenzar la mañana en condiciones, así que le dije:
-Mira sobrino, definitivamente estoy salida, y a falta de nada mejor te dejare que me montes, espero que al menos tengas la decencia de hacer que me corra.
Me tumbé sobre la cama, con las piernas bien abiertas, él se puso de rodillas y acercó su polla a mi coño, mientras con una de sus manos acariciaba una de mis tetas, yo alcé una de mis piernas y la puse sobre su hombro mi coño quedó bien abierto y él me la metió y comenzó a moverse dentro de mí, no lo hacía nada mal, aunque mi coño había tenido machos que se movían mejor, baje mi pierna de su hombro y él se agachó y siguió moviéndose dentro de mi coño.
En ese momento pensé que quizás tuviera cierto fututo como follador, se le notaba que se movía con ganas, y yo sentía cada vez más placer iba a conseguir que me corriera y lo hice intentando que él no lo notara, mientras sus gemidos eran cada vez más intensos, estaba a punto de correrse, en ese momento le ordené:
-Si cabrón nada de correrte en mi coño, cuando veas que te va a venir, sácala.
No parece que esta idea le gustara, pero sabía que allí quien mandaba era yo, así que en un momento dado me la sacó, yo al verlo le ordené:
-Vaya parece que el nene esta a punto de correrse, desde luego hijo que poco aguante, pero quiero que te corras en mi boca.
Abrí esta y le ordené ponerse encima de ella y seguir meneándosela, hasta que se corrió una parte de su semen fue a caer dentro de mi boca y otra parte de su leche termino en mi cara.
Después nos tocó vestirnos y dedicarnos cada uno a nuestros quehaceres.
En esta vida nada es eterno y la visita del sobrino de mi marido tampoco, llegó a su fin y él se marcho de nuestra casa, desde entonces nos hemos encontrado algunas veces en reuniones familiares, cuando esto sucede el procura encontrar un momento para que los dos nos quedemos a solas, en esos momentos yo le humillo de la manera que se me antoja y se que a él le gusta.