El mejor sexo de mi vida

Durante algunos años usé un app de citas en el que en su mayoría había maduras de ahí había que filtrar a las que se mantuvieran bien conservadas.

Hice match con Sandra, de 50 años, yo tenía 31 en ese entonces.

Empezamos a platicar y poco a poco tomó confianza, no era muy extrovertida.

Tengo varios tatuajes en los brazos y me dijo que los quería ver, eso propició a que le mandara fotos sin playera.

Agarrando confianza le dije que, si quería ver una foto sin nada, dijo que si y mandé una de mi verga y le encantó, me dijo que era la verga más grande que había visto. Y así estuvimos mandándonos fotos. Ella me mandó de sus tetas 42 DD. Yo estaba emocionado, lamentablemente en ese momento estábamos en distinta ciudad.

Un par de semanas volví y la busqué, acordamos ir por algunas cervezas, ella no quería coger aún porque le parecía pronto.

Íbamos en el auto y me acerqué a un motel y le dije que nos tomáramos las cervezas adentro y accedió.

Llegamos y pedimos cervezas. Estábamos en la sala de la habitación. Me paré y mientras ella estaba sentada me saqué la verga del pantalón y quedó a la altura de su cara. Sin dudarlo ella tomó mi verga y se la empezó a comer.

Le comencé a agarrar las tetas, y nos fuimos a la cama. Nos desnudamos. Era una maravilla. Nunca había tenido unas tetas tan grandes a mi disposición.

Se las mamé un buen rato.

Ella ya me había avisado que squirteaba, así que dándole dedo mientras le comía las tetas ya había echado algunos chorros.

Luego hicimos un 69.

Ella se esforzaba por meterse mi verga entera a la boca, cada que hacía esfuerzo con la garganta su pucha hacía contracciones y se venía, lo que provocaba un chorro de squirt en mi boca.

La situación era super excitante y húmeda, y a los pocos minutos lo logró, mis 22 cm de verga estaban en mi boca y garganta y con su lengua intentaba chuparme los huevos.

Estaba muy excitado y ya no aguanté más y le aventé toda mi leche en la boca.

Lo disfrutó y bebió todo mientras se venía y me aventaba chorros en la cara y boca.

Cambiamos de posición y por fin la empecé a penetrar, lo mejor de las mujeres de esa edad es que ya les da igual si te vienes dentro de ellas. Y así estuvimos en distintas posiciones, a intercambio de semen y squirt.

Le cabía mi verga entera.

La cabalgó, la cogí de perrito, de misionero.

Todos nuestros cuerpos eran sudor, semen y squirt.

Ella aprovechaba cada cambio de posición para chuparme la verga, y probar el sabor de su pucha, mi semen y su squirt.

La cama estaba hecha un charco.

Después de varias posiciones y muchas corridas.

Decidió hincarse y mientras yo me sentaba en la orilla de la cama me hizo un oral con ruda incluida hasta que me vine en sus tetas enormes.

Después nos dimos cuenta de la hora y nos metimos a bañar, manoseándonos y nos fuimos.

Con Sandra continuó una buena relación donde seguido nos encerrábamos para darle sus dosis de semen, ya que le encantaba que me viniera dentro de ella y a mí me encantaba que me echara su squirt en la boca además de mamar sus enormes tetas.

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